miércoles, julio 29, 2009

Pero me importa tenerte el domingo / Y al día siguiente perderte tres días

Me estoy enfermando. Ya llevaba rato sin enfermarme, creo que como 4 meses o más. Los dejos de la vida poco saludable, pienso. Pero ayer, mientras estaba en el centro comercial, el cielo literalmente se estaba cayendo. Ni siquiera era lluvia como la conocía, tan amable, sino que eran como ráfagas de agua (qué onda con la imagen tan payasa), pero en serio! No eran los típicos alfileres de agua, era como vientoagua o qué se yo. La cosa es que se caía el cielo y mi sombrilla era demasiado humilde para tal diluvio. De hecho cualquier sombrilla fue humilde (Nota: pensar comprar bolita de plástico, que sería muy útil en estos casos). Ahora, ese día también fui a andar en bici. Se supone que iba a ir con mi amiga M. pero ella tenía que hacer su servicio [suertudota], así que cuando me dijo que no podía, decidí ir yo a ver qué tal me iba. Me alegra demasiado que ya tengo equilibrio y ahora es sólo perder el miedo a la gente que camina (malditos!), perros y otras cosas. Me sentía tan bien en la bici, debe ser algo terapéutico. O debería, si no lo es, maldición. Di muchas vueltas sin tropezarme, acompañé a niños que iban en sus triciclos y a eso de las 4pm, como el cielo estaba nublado (Ay mamá me estoy mojando), mucha gente se fue a refugiar a sus respectivos hogares o a los cafés de los alrededores de la condesa y entonces el parque México quedó solito y fue la vuelta más bonita de todas, donde el viento era como más disfrutable. En términos más payasos todavía, era palpable. El viento en la cara, sonreir haciendo zigzag en la bici, que los pájaros vuelen para quitarse del camino, dime que no es una bonita imagen y el corazón se me partirá en tres. Amé andar en bici el martes. De hecho como que ese día estuvo lleno de cosas. Desayuno rico, la bici, un señor haciéndome la plática y alegrarse de que apenas aprendía a andar en bici y, ya en la noche, fue como vivir un coro de The Good Times Are Killing Me de Modest Mouse. Fui por alcohol, tomamos tantito en casa de Lilián, nos detuvo una patrulla por razones que Lilián seguramente contará de una manera más diver, corrimos al concierto de Candy, los celulares (o al menos el mío) estaban caídos y al final, llegar a casa. Los buenos momentos son cosas así.

Por otra parte, y hablando de conciertos, qué bueno es Candymx. Hace mucho tiempo que no me emocionaba de ver a una banda mexicana, y los difruté mucho y me sabía muchas letras. Es la gran recomendación musical que queria hacer desde hace mucho tiempo, pero si quieren leer más detalles y la oportunidad de bajar el disco, vayan a 10:1, su blog de confianza, donde no sólo esta mi opinión, sino también la de Emmanuel. Corred corred!

Aquí una foto:

Candymx @Pata Negra

Nice.

Y entonces, ahora que seguimos hablando de música, creo que me gusta el nuevo disco de Natalia Lafourcade. Sólo me ha pasado por la cabeza. Lo escuché por curiosidad, llena de prejuicios (Hola Pigmalión!) pero ya van tres veces que lo escucho en el día. Tiene un sonido más bonito, qué bueno que dejo el pop-ado y el bossa nova; es un sonido más elaborado, más lindo. No sé, me estoy suavizando, ¿Qué será de mi régimen tirano? Pero mira que el disco empieza con esta canción que se llama Cursis Melodias. A primera vista pensé que el título pecaba de soso, pero mira: Por favor, por favor, sólo te pido una semana más / construyamos barcos llenos de papeles y escribir memorias / Por favor, por favor, sólo te pido un otoño más / cursis melodias cantaré toda la semana para ti. Y luego rematar con: Solía lamentar todos los dias que en la tarde se terminaría / solía pretender estar tranquila y la tristeza no se notaría. Sí es medio soso, pero en un buen sentido. Luego medio lees la historia del nuevo disco y n'hombre, puro no-more-love-angst. Sobra decir que la canción se oye bien elaborada, al igual que las colaboraciones con Julieta Venegas y Juan Son. Lo recomiendo, si les gusta este tipo de cosas tan violentas. Pero oh, déjame citar otra canción, que también debo decir Qué Barbaridad: Mira cómo te diré que tantas veces / Yo te quise decir que te quería / Pero no viniste (no viniste).

Y bueno, enfermedad ligera, ya sé andar en bici (en serio me emociona, parezco niña), música bonita y té. Semana que, extrañamente, va bien (Y ya por fin: se termina julio. Gracias, espacio-tiempo).

Natalia Lafourcade - No Viniste

3 comentarios:

Indio Cacama dijo...

tómate tu caldito de pollo y quédate en la cama.
Este post pudo haberse musicalizado con una canción de los Cowsills: "The rain, the park and other things."

Diana dijo...

otro conteo de momentos bonitos, apoco no es bien bonito recontar esos momentos?

Anónimo dijo...

Oye Elsa, pero no te parece que te gusta el CD de Natalia porque es idéntico en todos los aspectos al trabajo de Lilly Allen? O sea, la esa rolita de Bonita, wey, es Allen en vivo y a todos color, el peinado, el maquillaje, la actitud boba, su gesticulación, la melodía! Dios, es Lilly Allen! Que alguien la arreste!
Ya ps, soy Alek, nomás quería decir eso que comentaba con Ornelas el otro día y opinamos lo mismoooo!
Un saludito, cariiiiiiiño, me gusta tu blog!