lunes, junio 04, 2012

Now it's time to leave the capsule, if you dare.

Todo empezó con una caja llena de maquillaje. En el trabajo me dieron una y la amé, como pocas cosas he amado en la vida (y que vengan en una caja de cartón). También todo comenzó con una señora barajeando cartas en una mesa con un mantel morado, diciéndome que todo va a salir bien. Llovía mientras me lo decía, y se lo creí; le compré la historia por completo. Entonces, combinando mi rush de la caja llena de make up y mi futuro incierto, decidí ordenar mi cuarto. Sí, por millonésima vez... pero ahora hubo algo distinto. A diferencia del otro millón de veces que había ordenado mi cuarto, ahora tiré muchas cosas que tenían -a mi juicio- muchísimo valor sentimental: juguetes, ropa, máquinas raras que jamás supe para qué servían. Cajas de relojes, recados... todo se fue a la basura. Los libros que ya no quiero se irán a la biblioteca de mi universidad. En fin.

Y por alguna extraña razón todo esto se sintió muy bien. Es como esos rituales que te dicen en las revistas para adolescentes, que a veces es necesario desprenderse del pasado, para aceptar mejorcito tu futuro. Hice lo mejor que pude y ahora tengo una bolsa negra llena de nada, cual bolsa forense con un cuerpo mutilado. Y mientras tiraba todo, me di cuenta de lo inútil que es guardar tantos recuerdos. Claro que guardé dos que tres cosas, aquellas que en serio jamás me hubiera perdonando tirar. Como el osito de peluche que me regaló el primer wey al que (creo que) le gustaba, la esfera de navidad con muñequitos de Charlie Brown que me regaló una de mis mejores amigas en la secundaria y mis boletos de conciertos junto con todas las cartas maricas de mi infancia-adolescencia. Ya nadie escribe cartas hoy en día, tirarlas seria un acto de insensatez.

Y mientras reflexionaba sobre esta valentía para deshacerme de gran parte de mi pasado, pensé en este blog. "¿Eliminarlo? Jamás", me dije. Sería incapaz de eliminar este blog, aunque es cierto que ya lo tenía muy descuidado. ¿La razón? Tiempo no era, ya que en el trabajo luego hay tiempo muerto y podría postear cosas sobre Batman o la pelea diaria que veo en el metro entre mujeres Godínez. ¿Ganas? Quizás. Pero lo primero que me vino a la mente, es que este blog lleva cargando muchos años. Desde diciembre del 2005, casi 7 años. Y así como ya no tengo los papelitos que me pasaban en la secundaria, ni las fotocopias que consideraba "importantes" (nunca las volví a leer, I must say), pensé que era hora de cambiar de blog.

Cambiar todo.

Pero no eliminar. Me gusta ver la manera en que he cambiado.Ya no soy esa niña ingenua del 2009, ni la pobre miserable del 2010. He aprendido a pasar por un estricto tamiz a las personas que están en mi vida. Ahora soy más libre, si se ve de alguna manera. La señora que barajeaba cartas en la mesa con mantel morado me dijo: "si hay que ponerte un título ahorita, sería el de liberación". Y sí, es cierto.

Es por eso que he decidido cambiar de blog. Jamás eliminaré este, jamás jamás. Hace tiempo lo hice y me arrepentí un poco. Esta vez es bueno que quede constancia.Y también llegué a la conclusión de que mi nuevo blog no iba por un camino muy bueno, si debo ser sincera. ¿Subir mis trabajos de la universidad? ¿Mis ponencias? Booooooooooring. Después de trabajar en una revista de moda, después de la gloriosa clase de Macroinstituciones Sociales y después de este blog, me di cuenta de que lo mío sí es escribir, pero no de esta manera tan cuadrada como trabajo de primer semestre de la universidad sobre Santo Tomás De Aquino. Mi primer error fue pensar que, si ese blog debía ser "serio", lo mejor era subir trabajos sobre Godard o Lacan. Que sí me interesa, pero vamos, mi punto es que puede ser de otra manera. Todo puede ser de otra manera. Es serio, sí. Pero no soy yo.

El otro día, mientras bebía una coca cola light con una amigo en una terraza del centro histórico, le dije que LA NETA, sí me gustaría volver a ser darketa. Raparme la mitad del pelo, una expansión en la oreja izquierda... no sé. Pero luego dije "ya no tengo edad para hacer esas cosas. Sería divertido, pero nada hay qué demostrar ahí". Luego él, muy sabiamente, me respondió: "¿Y si reinventas ese look? Es decir, tienes 24 años; si bien no te tienes que rapar la cabeza, puedes hacerlo de otra manera, menos llamativa. Más , digamos".

Y me cayó el veinte.

No, no volveré a ser darketa y mucho menos me raparé la mitad de la cabeza. Pero sí entendí que el objetivo de las cosas es hacerlas a  tu manera. Frank Sinatra lo hizo a su manera, creo que yo también puedo. Sí, hablar de Zizek y Lacan, pero también hablar de Batman y maquillaje. Mucho maquillaje. Ser más yo.

Y extrañaré este blog, porque en 7 años me di cuenta de lo mucho que me gusta escribir. Y si a la primera no tienes un libro del tamaño de En Busca Del Tiempo Perdido, lo que importa es escribir. Lo que sea. Y también extrañaré este header, que tiene mucha razón: a los 20 años nadie sabe lo que quiere.

Y por eso, todo continuará aquí, en Esmeriladora. Buscaré un nuevo diseño, agregando detalles. Recuperar el espacio.

Pero ya no subiré mis trabajos de universidad ni mis ponencias, a menos que sean de temas que me gusten en verdad y que estén escritos como yo quiera. Y ahora escribiré como la Elsa que soy ahora. La que trabaja en Glamour, la que lee más cómics y mangas que libros de verdad. La que escucha -gulp- Skrillex y la que se va de las fiestas temprano porque qué hueva la gente. La que a veces quisiera llevarse el 3DS al trabajo. La que le toma fotos a un corazón en un balde con sangre, la que es tan difícil de amar. La que tiene 24 y es darketa a su manera, con suéteres rosas, pero con la espalda llena de encaje.

Quién sabe. Quizás estoy haciendo un big issue sobre todo esto. Pero muy por dentro creo que sí es un issue para mí. Con todos mis posts encriptados, mis canciones, mis fotos... Pero por eso no borraré nada. Que un día dé click, recuerde todo y sólo sonría al ver a la ingenua del pasado.

Si es en mi mansión con mi piscina llena de pelotitas de colores, mejor.

Adiós, querido blog. Prometo visitarte y escribir cosas adolescentes que nadie vea.

No eres tú, soy yo. Y es que soy otra.


Radiohead - Everything in it's right place

(Escuchar a Radiohead siempre será parte de cualquier Elsa que venga en el futuro).

viernes, abril 20, 2012

You forget so easily


Después de ver a Radiohead en marzo del 2009, debo admitir que los conciertos ya no me entusiasman tanto. Y no es que no me haya tocado ver conciertos buenos últimamente, pero (esto lo digo como fan, por eso carece de cualquier peso objetivo) creo que jamás me había sentido tan bien en un concierto como ese día. Era mi banda favorita, tocaron mis canciones favoritas y salí de ahí muy feliz. Los demás conciertos han sido ratos bonitos, and that's it.

Pero este año fue diferente.

Sí, claro que fui a los dos conciertos, y ambos me parecieron hermosos, divinos, brutales. Los dos setlists estaban bien armados y adoré escuchar algunos minutos de True Love Waits. Sin embargo, mientras estaba en el concierto, empujándome con los demás y aguantando la lágrima en Exit Music (For A Film), una parte de mí se sentía diferente. Ya no me sentía como la Elsa de hace 3 años, muy emocionada, ingenua, medio destruida. Ahora simplemente me sentía bien. Me sentía MUY bien. Entre los gritos y aplausos, sentía que después de 3 años he cambiado mucho, apuntando a buenas cosas. Ahora tengo nuevos proyectos, un nuevo trabajo. He conocido buenas personas y también mi personalidad ha cambiado.

Es por eso que este post lo escribo con emoción, pero una muy diferente. No es una emoción que se desborda como si fuera la primera vez que vas al concierto de tu grupo favorito, sino una donde te das cuenta que eres diferente, que has crecido, a la par que ellos. Tuve mi tiempo Ok Computer, pero ahora puedo ser un In Rainbows. Me agrada saber que no soy la misma y que mi grupo favorito me haga pensar eso. ¿Que no me entiendes? No importa, yo tampoco entiendo por completo el King Of Limbs.

En el primer concierto, antes de cantar Creep, Thom Yorke dijo "Have a Nice Life". Y creo que lo he aplicado. De una manera humilde, pero sí, así lo siento.

You and whose army? lo explica: Primero ser un rostro. 3 años después, la transfiguración.


lunes, marzo 26, 2012

Ojalá todo.

1.- Muchas cosas han cambiado. Muchísimas, diría yo. Acabo de dar un leap of faith y ya dejé de trabajar en el museo. Me alegra, porque parte de mí ya quería aprender nuevas cosas. Me pone triste porque extraño a muchas personas. Ahora estoy trabajando en una revista y trato de ponerle mucha galleta. ¿Ubican ese episodio de Los simpson, cuando los maestros están en huelga y Lisa está ansiosa por que alguien la califique? Así me siento más o menos. Quiero que me evalúen a cada rato y que me digan si lo estoy haciendo bien o qué. Como que no me entra en la cabeza eso de la humildad y que, sí, me van a corregir durísimo, porque sólo así se aprende. Las letras con sangre entran. En lugar de evaluarme, debo concentrarme. Y no es excusa, creo que tiene mucho que ver con esta enfermiza inseguridad que llevo cargando desde hace muchos años. No sé, tal vez sea hora de creer que en serio hago las cosas bien y cuando entregue un trabajo, en lugar de quedarme observando mi carpeta a ver si la leen ipso facto para ver qué cosas cambio, mejor me muevo y me ocupo en otras cosas. Pero ya sabes, ser la nueva no es fácil. La voz tímida, el moverme con mucha cautela, pasar desapercibida... Qué raro. Pero también ya es hora de quitarme esa imagen de la Elsa ninguneada, no sé. Qué raro es querer ver un mundillo más feliz. Por eso fui darketa.

2.- El otro día platicaba con Grace de muchas cosas. Cuando nos despedimos, nos dijimos muchos deseos bueno y al final atinó en decir: "ojalá todo". Y sí, es lo mejor que me han dicho a manera de despedida.

domingo, enero 29, 2012

Enero se acaba y no escribo mucho

1.- Demasiadas cosas. Empecé muy bien el año, ahora sí enero me trató como un ser humano. Tengo en puerta varios proyectos y, oh dios, daré un cambio muy pronto. Supongo que todo ese discurso que nos dan de "tomar riesgos" es un poco molesto y cursi, pero tiene algo de verdad en su estructura. Qué diablos. Buscar nuevas cosas, crecer, sentirte bien contigo mismo. Belle And Sebastian: "Tell Your Friends There Is More To You Than this".

2.- Hace poco, mientras iba caminando con una chica de mi equipo de trabajo, le iba contando las cosas que he hecho -laboral y académicamente- entre otros datos simpáticos de mi persona. En eso me dice: "Entonces, podemos decir que eres una chica con suerte". No recuerdo qué razón le di para decirle que no tanto, pero después de que lo hice me sentí un poco estúpida. ¿Por qué siempre regresar al círculo vicioso de no sentirte bien con lo que tienes? Es algo muy adolescente. Tengo trabajo(s), comida, casa, escuela, familia, seres queridos... ¿Qué más podemos pedir? Mucho más, claro. Pero más que suerte, me gustaría decir que la vida no me ha hecho conformista y por eso busco más. Pero que eso no signifique no estoy agradecida con todo esto.

3.- Últimamente me ha latido esa onda de la docencia, que es otro plan que tengo en mente. Sería bonito enseñar, pero a prepos. Nada de gente adulta que siente esta necesidad imperiosa de debatir todo. Sino enseñar a la gente a pensar, a ver el lado hermoso de la filosofía. Espero que un día sea posible, me emociona mucho :)

4.- Mi amorsss. Regresar.



5.- Esta tendencia de poner barreras. SIH: "Please, Don't Tear Down any more of my barriers".

Voltaire - When You're Evil