lunes, marzo 26, 2012

Ojalá todo.

1.- Muchas cosas han cambiado. Muchísimas, diría yo. Acabo de dar un leap of faith y ya dejé de trabajar en el museo. Me alegra, porque parte de mí ya quería aprender nuevas cosas. Me pone triste porque extraño a muchas personas. Ahora estoy trabajando en una revista y trato de ponerle mucha galleta. ¿Ubican ese episodio de Los simpson, cuando los maestros están en huelga y Lisa está ansiosa por que alguien la califique? Así me siento más o menos. Quiero que me evalúen a cada rato y que me digan si lo estoy haciendo bien o qué. Como que no me entra en la cabeza eso de la humildad y que, sí, me van a corregir durísimo, porque sólo así se aprende. Las letras con sangre entran. En lugar de evaluarme, debo concentrarme. Y no es excusa, creo que tiene mucho que ver con esta enfermiza inseguridad que llevo cargando desde hace muchos años. No sé, tal vez sea hora de creer que en serio hago las cosas bien y cuando entregue un trabajo, en lugar de quedarme observando mi carpeta a ver si la leen ipso facto para ver qué cosas cambio, mejor me muevo y me ocupo en otras cosas. Pero ya sabes, ser la nueva no es fácil. La voz tímida, el moverme con mucha cautela, pasar desapercibida... Qué raro. Pero también ya es hora de quitarme esa imagen de la Elsa ninguneada, no sé. Qué raro es querer ver un mundillo más feliz. Por eso fui darketa.

2.- El otro día platicaba con Grace de muchas cosas. Cuando nos despedimos, nos dijimos muchos deseos bueno y al final atinó en decir: "ojalá todo". Y sí, es lo mejor que me han dicho a manera de despedida.

2 comentarios:

DIOS dijo...

Son graciosos los Blogs, hace 5 años los comentarios sobrepasaban por mucho los actuales; ahora todos son creadores, ya no hay lectores. Y Por cierto, no leí su entrada. Ya dije mucho en pocas líneas.
Yo soy Dios.

Alexander Strauffon dijo...

Hola.

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