lunes, agosto 24, 2009

Beautiful, Dirty, Rich

Han sido días ocupados, pero con sus respectivos flashlights. La verdad eso de ir de oyente es una cosa bien esplendorosa, yo lo digo y lo sostengo: nada como la voluntad para estas cosas. Además son clases que me gustan, además de que la retroalimentación y la crítica es algo que me hace mucha falta. Tengo nuevas ideas, tengo la renovación de otras y bueno, ñoñamente me la paso bomba. Y siguiendo la racha de ñoñería, me aceptaron en el servicio social, hecho que me hace harto feliz. Ahorita tendré que ir a una especie de entrenamiento y la verdad es que no puedo esperar; uh uh uh, magia y color. Vienen días ocupados, entre el servicio en la mañana y la escuela en la tarde. Oh oh, la vida. En el servicio me pagarán, si bien no un salario de diputado, al final ganaré algo que podría poner en marcha otro de mis sueños en la vida, jerarquicamente está entre irme algún día a Alaska y andar en bici (este, que ya se hizo, me hace pensar que lo demás también saldrá bien). Lo primero fue estudiar filosofía, yeah. Bú, qué horror es tener esta clase de ilusiones. Soy como la lechera que va por el camino con el jarrón en la cabeza y mientras voy pensando en mis insulsas e ingenuas ilusiones, el puto jarrón se me caerá. Qué más da, esto ya no es de teen angst, por su ingenuidad es hasta infantil tener todo esto (si no me saboteo yo misma, la vida no funciona bien, ustedes verán). Pff, Bluffin' with my muffin.

Por otra parte, un par de sueños raros: se supone yo andaba en una fiesta, o en lo que sea que implique estar con gente y vasos de plástico rojos, y yo tenía que regresar a casa temprano. Como me daba muchísima flojera regresar a mi casa, decidía quedarme un rato en ese lugar, que de hecho ni me la estaba pasando bien. Ya cuando por fin llegué a mi casa, vi a un montón de gente salir de mi casa, vestidos muy a lo 90's. Entré a mi casa y le preguntaba a mi mamá qué había pasado. Ella me decía "Ay mhija, es que vino Billy Corgan a la casa y me preguntó si quería que tocaran aquí los Smashing Pumpkins y yo le dije que sí, por qué no". Y yo sólo me quedaba atónita viendo al grupo subirse a un camión e irse. Luego llegaban camiones del turibus a mi casa (en el sueño mi casa tenía un jardín enorme), porque según ahí los estacionaban y los turistas podían irse al hotel popof que está por insurgentes (que está relativamente cerca de mi casa). Cuando desperté lo hice bien triste. No juegues, ¡Los Smashing Pumpkins habían tocado en mi casa! Pero más triste fue darme cuenta de que desperté en la misma realidad y eso fue más decepcionante. Bujú. El otro sueño fue corto, se supone estaba en un examen profesional de una amiga y que ella empezaba a llorar amargamente. Todo el mundo estaba muy confundido, ella se salió del examen y todo el mundo hizo igual. Yo fui la última en salir y lo primero que vi es que había un funeral y todos se habían unido a la marcha luctuosa. Yo no sabía qué hacer, así que sólo empecé a caminar con la gente que lloraba. Desperté y no supe cómo interpretar eso. No, en serio, me dio más tristeza lo de los Smashing Pumpkins.

Salió al cine una nueva película con Will Ferrell, algo de Tierra Perdida. Sobra decir que peca de sosa y un poco burda (si usted no conoce a Will Ferrel dirá que qué novedad hay, pero tiene buenas pelis! Blades Of Honor, Ricky Bobby, Stranger Than Fiction, en fin), aunque también tiene ciertos flashlights de cosas graciosas. Por ejemplo, lo divertido que es el monchis después de tener los sentidos alterados. Gracias a este tipo de alteraciones, aún recuerdo el MEJOR Y MÁS MAGNÁNIMO café con leche y pan al vapor de toda mi vida. Y no bromeo. Siguiendo con la película, también está la imagen de Will Ferrell acostado atrás de un cadillac. Alguien le pregunta "¿Qué estás haciendo?" y él responde "Me estoy rindiendo. Y se siente TAN bien" y oh, qué cosa, me pareció una línea muy graciosa y realista. Por ejemplo, lo comentaba con unos amigos, en caso de una enfermedad, la rendición ahí es la aceptación del fin de una larga vida, que se ve reducida a meses, si bien le va a alguien. Me parece muy curiosa (en un buen sentido) la gente que acepta no luchar contra una enfermedad, aceptando la muerte (ya en sí) inminente. No sé por qué Will Ferrell me hace pensar en eso. La muerte es un tema que me da nerviosismo, más cuando meten a la permanencia de la conciencia después de la vida. Brbrbr. En fin, la aceptación de la muerte me recuerda mucho a Proust, este párrafo se lo escribió a su amigo Willie Heath; me encanta y me hace ver a la muerte de una manera más tranquila:

Como los amantes cuando empiezan a amar, como los poetas a la hora de cantar, los enfermos se sienten más cerca de su alma. La vida es algo duro que aprieta demasiado, que nos hace perpetuamente daño en el alma. Al sentir que sus lazos se aflojan un momento, pueden experimentarse clarividentes dulzuras.


En fin. Una semana ocupada, gracias.
So this haunts me, haunts me, haunts me, haunts me.

Tengo tarea de estética y vieras que son fotocopias. Uh.

Placebo - Special Needs

2 comentarios:

Indio Cacama dijo...

tu sueño de los Smashing me hace recordar una anécdota sesentera: resulta que una chava gringa oye desde su recámara música y dice "¡Los Beatles están tocando en mi casa!"; el padre de la chica era prouctor de discos , así que no era raro que lo visitaran grupos de rock, especialmente si los citaba para alguna prueba para un eventual disco. Pero no se trataba de los Beatles; eran los Byrds; (esos de "El Hombre del pandero"), que se habían inspirado en la peli de "A hard day´s night" para formar su grupo y que su lider que había estudiado en conservatorio logró desentrañar el estilo de los Beatles Identificándolo como "música folk tocada con guitarras eléctricas", por eso su sonido recordaba al de los Beatles.

idiota dijo...