domingo, octubre 11, 2009

Existence, no sense, only denial

Este fin de semana me pasaron algunas cosas raras, de las cuales debería tener una conclusión sosa, acerca de que en la vida todo es frágil pero a la vez hay cosas buenas, pero la verdad es que estoy tan consternada que me he convencido de que no hay moraleja y todo vale una madre. Así que, el recuento del fin de semana, ¿Por qué no?

Viernes o "No te voy a hacer el cuento largo".


Pues comencé el viernes yendo al museo parar cumplir mi labor. Era bien temprano, así que el metro iba relativamente vacío. Y oh, vi a un muchacho taaaan lindo, que me senté casi junto a él, namás por el puro placer visual. Ya sabes, pelo largo, bufandita, iba leyendo Tortilla Flat de Steinbeck en francés. Oooh fue como lindo. En fin, me bajé del metro y ya iba camino al museo cuando noté que el cielo era vainilla. De todos los días en que he ido al museo, es la primera vez que me toca verlo tan bonito, tan iluminado. Así se veía más o menos:



Como luego me da cosa llevar a Polina (mi canon) al servicio, mejor la dejo en casita, por eso he tomado alguns fotos con el celular (sí, sí hay foto del muchacho, pero esa es mia!). En fin, que después de ver el amanecer, fui al servicio y cumplí todo, creo que bien. Al terminar me dijeron que un polluelo había nacido en la incubadora y fui de chismosa y oooohh era cierto. Era una minicodorniz y se me hizo el corazón una bomba de amor y qué bonito todo. Bú.



Ya en la noche salí, dirigida primero a la fiesta de Olga y luego me iba a ir a la fiesta de mija Julie. La cosa es que antes iba a ver a mi amigui Lilián, por lo que me dirigí a la Zona Rosa a caminar un ratito. Cuando salí de mi casa vi a unos guaruras cuidando unas camionetas, por lo que ahí pensé que las cosas andaban medio hardcore en la calle. Cuando iba por la otra calle para tomar el metrobús, vi a una mujer sucia (no, o sea, literalmente sucia, con el pelo desaliñado y mugre y así), desnuda, hablando con el de la patrulla. Corrí al metrobús y sólo pensé que esas cosas son de todos los días, ps qué. Llegué a la glorieta de insurgentes, me senté en uno de los camellones (donde había otras personas por ahí sentadas) y me dispuse a fumar un terrible cigarrillo mentolado, de esos nuevos de marlboro (con la bolita de mentol) que la verdad fuchi. Y bueno, fumaba yo tranquila cuando en eso un hombre que sólo inspiraba miedo se acercó y se sentó MUY CERCA de donde yo estaba, con los ojos moros y una mano en el bolsillo de su chamarra. Como iba bien colocado el desgraciado, decidí no hacer movimientos bruscos, porque la experiencia me dice que no haga eso de moverme rápido porque luego los dudes se alocan y para qué quieres, si este dude ya se veía bien pasado. En fin, que lo único que la mielina de mi columna transportaba era la malditísima idea de que este bastardo me iba a asaltar o algo peor. La inseguridad aumentó porque todos los hijos de puta que estaban a mi lado, SE FUERON. Entonces, estando sola con ese tipejo, ¿Qué otra cosa pensar, que no sea lo peor? En fin, que empezó a decirme que estaba ebrio, pero que todavía tenía coherencia. Claro, un cuchillo en la otra mano, así quién no, yo sólo con mi bolso de señora y unas ganas infinitas de irme corriendo. Entonces, calmadamente, le dije: "no, pues...¿Sabes qué? Me tengo que ir, que me están esperando". Entonces se me quedó viendo y me dice: "No te voy a hacer el cuento largo, necesito dinero. ¿Lo tienes?". Pensé que si abría mi bolso y sacaba el monedero, me lo quitaría. O peor, me haría algo y se llevaría todo y ya ahí hubiera valido madres, si no mi vida sí mi higiene mental, que de por sí ya es poca. La cosa es que, de mi chamarra (muy mona, por cierto), saqué diez pesos (oh sí, soy una CÍNICA) y le digo "tengo diez pesos". Toma la moneda, se le queda viendo unos diez segundos y me dice "Wow amiga, gracias. Qué buena onda, que dios te bendiga". Ahí fue cuando aplique la de irme y él se quedó bendiciéndome, aún con la mano en el bolsillo. Entonces, fue cuando me dirigí al metro porque, aunque suene medio absurdo, necesitaba sentirme como que acompañada. Fue cuando le hablé a mi amigui Lilián, a quien le pregunté si podía ir a su casa. Fui y ella, tan hermosa y linda como siempre, me regaló un muffin blueberry y una lechita (nada mejor que algo dulce después de encontrarse con estas cosas). Oh, Lilián, muchas gracias. Ya un poco más hogareña y calmada, nos fuimos a la fiesta de Olga, donde hablamos de música y buu no pude jugar billar, por el tiempo más que nada. Y luego, pues como me iba a ir del zócalo a patriotismo sola, decidí mejor guardar para irme en taxi y que todo sea más hermoso y seguro. Y ahí tienes que me fui en un taxi, recomendación de Rufián, que oh, qué buen servicio, me sentí en casa (jaja). Llegué a patriotismo, donde seguimos fiesteando, para terminar comiendo tacos y yo con una casi indigestión from hell. Llegué a casa, toda empachada y cansada, pero con la alegría de que nada salió mal, namás el susto. Y los tacos.


Sábado o "el mundo es un pañuelo"


El sábado me entero de que iba a ver a Covenant (Gracias Plaqueta!), y si podía, con alguien más. oooh, fui demasiado feliz porque Covenant me late un buen y uf, como de todo, soy bien fans. La cosa es que muchos no podían ir o ni me contestaron si querían ir y oh, me rompía el corazón, porque pues era Covenant! Nadie quería compartir el gustillo de estar ahí, entre darketos, dizque bailando futurepop. Entonces me fui en metro al VD+, pero como de costumbre me perdí. Fui con el poli y le pregunté si sabía dónde estaba el lugar y me dijo "¿Ves ese muchacho que está viendo el mapa? Él me preguntó por el mismo lugar, igual y lo encuentran juntos". Así que fui pero me dio harta pena preguntar por que qué tal que pensaba que yo era una acosadora? Así que mejor me fui a un ladito del mapa. Dos segundos después él se acercó y me preguntó si sabía dónde estaba el VD+ y le pregunté si iba al concierto de covenant, él dijo que sí y decidimos irnos juntos. Oh, yo sé lo que dirán "por eso se te acercan pachecos a pedirte dinero", pero pues ya que él mismo se ofreció a descubrir qué camino nos llevaba allá, creí buena suerte esa. Preguntamos a otro policía y por fin encontramos el camino amarillo. Mientras íbamos caminando, me preguntó qué y dónde había estudiado, le dije todo y me dice "oh, conozco gente de ahí! e igual del Simón Bolivar" y yo le dije "ah! Yo estudié ahí" Y entooooonces me preguntó si conocía a C.M.V. (una amiga, pero no tiene caso poner su nombre completo aquí) y le dije que sí y toooodo fue más ameno desde ahí, porque al menos ya teníamos una conocida en común y ahora el mundo era un pañuelo. De ahí toda la plática fue en que si habíamos visto a esta amiga ultimamente, nuestros gustos musicales y claro, el amor a Covenant. Llegando allá me dijo que iba a comprar el boleto de sus acompañantes (su tio y su primo) y el de él, así que como me había caído muy bien y fue muy amable, decidí regalarle a él la cortesía. Así que estuvimos platicando largo rato, llegaron sus familiares, entramos y rockeamos como nunca: null, eins, zwei, drei, vier, fünf, sechs, sieben, acht, neun, zehn. Covenant estuvo bien, pero hace tres años creo que tuvo más punch. Debe ser la edad.


Domingo o "La verdad hoy no pasó nada"


Pues la verdad hoy no pasó nada. Compré una pijama y una blusa del principito (oh, vanidad). Y ahm... ya. Encontré algunos discos. Vi un capítulo de skins que me llegó. Y bueno, cualquier domingo.

Y oh, eso es todo. Sé que debe haber conclusiones, pero prefiero quedarme con que fue un fin de semana diferente. ¿Ja?

Radio Vago - Memetika

3 comentarios:

Anónimo dijo...

:o
Te descubrí buscando imágenes de hitler y el saludo nazi! qué gran encuentro XD
No soy nazi (que conste), sólo buscaba imágenes para tomarle el pelo a una amiga :P

Me caes bien. Dudo que te caiga yo bien a través de mi blog, ya que sólo posteo cuando entristezco XD
Te pareceré una emo o algo peor, pero en fin, qué más da!

Por curiosidad... el cielo te parece vainilla por el azul con el amarillo? a mí sí :$

Bertha Pappenheim dijo...

A ver yo quiero ver su blog, soy chismosa.

Y a la edad de quién te refieres? la tuya o la de los weyes de covenant? jeje.

Bob dijo...

Ah, elso, nunca te sientes en la glorieta! tenemos un amigo que es imán de vagabundos e indeseables 8así conoció a su novia, ah, la verité)... siempr ehe pensado que esas cosas pasan solitas, pero, la glorieta, no!

ah, tener el espíritu viejo es la onda, elso, y sí, a los doce la vida es increíble, pero haciendo cuentas, creo que mis once también fueron memorables

ah, vienen bandas y hay que comprar boletos para que no le pierdan y vuelvan algún día, pero siempre hay alguien que regala el boleto por pura buena onda, esas cosas me ponen de buenas

vi una de truffaut! L'amour en fuite, pero se me hace que empecé mal...

ash