1.- La primera vez que vi a alguien en un duelo increíble fue a mi papá. Mi abuelo había muerto, yo no fui al funeral, era aún muy pequeña -según ellos. Él murió en una cama de hospital, rodeado por sus hijos y otros familiares políticos. Después de todo lo que se debe hacer cuando alguien muere, al siguiente día mi papá no se levantó de la cama. No prendió la tele, no salió de casa. No habló con nadie, no vio televisión, no comió. Sólo se quedó en cama, no recuerdo si despierto o si bien durmió todo el día. Recuerdo que una semana duró así.
2.- Cuando murió mi abuelo materno, el papá de mi tía, fuimos a Guerrero. El calor era insoportable. Yo no conocía tan bien a mi abuelo, pero sí recuerdo sentir una pérdida significativa. Mi tía lloraba sobre el ataúd, viendo fijamente el cuerpo de mi abuelo. Mi hermano, quien había sido muy allegado a él, también lloró junto al ataúd. Recuerdo haberme quedado despierta toda la noche, menos unos diez minutos antes del sepelio, porque fui a ponerme mis zapatos y me recosté en la cama. Me levanté, fuimos todos al cementerio y recuerdo que hacía tanto calor que las lágrimas eran igual de salinas que el sudor. Vi cómo metían el féretro hasta el fondo, sellar todo con cemento y regresar a casa, con nada.
2.1.- De regreso a México, lo primero que hizo mi tía fue regresar a su cuarto, donde estuvo mi abuelo enfermo por muchos años. Al entrar al cuarto ella tapó sus ojos y lloró por varias horas. La cama de él estaba intacta. Cuando él murió, mi tía fue a despertar a mis papás y a mi nadie me levantó, pero yo estaba despierta. Empero, me hice la dormida. Escuché a mi tía llorar (mi cuarto estaba lejos, pero ella lloraba demasiado), decir cómo sentía que el cuerpo de mi abuelo se enfriaba. Me dijo que lo abrazó hasta que murió. En fin, decía, entró al cuarto y lo primero que hizo fue llorar. Eran demasiado recuerdos de una vida que ya no estaba presente.
3.- Hace unos meses, mientras platicaba con mi tía, ella me dijo que la muerte de los padres es algo que jamás se va. Es un vacío del que no sales (una de las pláticas más profundas que he tenido con ella). Le dije que probablemente ninguna y ella me dijo que la de los padres es algo más fuerte, porque al fin y al cabo ellos significaban vida.
4.- Parece que la gente cuando muere o te abandona en cualquier estado metafísico (que sientes cual muerte), es como cuando mutilan una parte de ti que no sabes cómo vas a reconstruir. Sabes que se llevaron lo mejor de ti y que es casi imposible que vuelvas a ser el mismo (your mirror's gonna crack when he breaks into it / and you'll never never be the same). No todos somos fuertes. Este mundo -ahora es más claro- carece de una justicia cuando arrebatan de ti esa parte que nunca vas a recuperar. Y sabes que todo es tan inminente. Y está ese deber de reconstruirte, porque tampoco es sano estar mal siempre. El deber vivir, tan injusto también ("A algunos simplemente no nos va la vida" [como si fuera un vestido]). Pero la gente te abandona, la gente muere, uno se cae. Todo aquí afuera está tan cabrón.
Garbage - You look so fine