lunes, noviembre 30, 2009

I need a Bad Romance

1.- Las cosas han ido muy bien. Mucho trabajo pero eso es tan bueno que me da emoción. Una amiga me dice que en el museo soy la más activa y alegre, le creo más que nada o de alegre porque como a eso de las 12 me dan muchas ganas de salirme del museo e ir a dormir al pastito que está enfrente. El jueves pasado fue mi primer evento y oh, fue la cosa más cansada de este mundo. Ese día, no sé por qué, en la mañana y tarde tenían programados 3000 niños. Yo me dije "bueno, en la noche ya se debe vaciar" Y cual?!?! estaba A REVENTAR, jamás había visto el museo tan lleno, dios. Una señora, de esas que nunca faltan, dejó a su hijo solito en una sección del museo que es para menores de 3 años (que sea una sección para ellos, no implica que uno puda dejarlos ahí, hay que acompañarlos) y en verdad me indigné. Es que cómo dejan ahí a su niño, con TANTA gente, es increíble. Obvio le dije que no se podía hacer eso y que si regresaba, la mataría cruelmente o que le mandaría a mis yakuzas. Mira qué padre, vieja idiota.

2.- Estos días he escuchado mucho la pregunta "¿No eran los 90 la mejor época del siglo?" y es obvio que detengo mi paso y digo que sí mientras damos razón para afirmar tal cosa. Subjetivamente, si quiero hacer los discos de la década, pfuta, me llevaría buen rato pensarlo. Pero pronto, en este blog: mis discos de mi década. Porque yo no viví sus años y muchos de ustedes tampoco cumplieron 22, es obvio que no concordaremos, pero no dejemos la bonita costumbre de pasar a las decenas sin antes debatir qué fue lo mejor y qué fue lo peor.

3.- No es que me de pena, pero sí un poco de enojo: no he leído mucho estos días. Es terrible porque tengo muchos pendientes personales, entre ellos uno que me dieron en Soul Rehab. Pero ya, supongo que es hora de equilibrar cosas personales con el servicio, porque de hecho tampoco he visto muchas películas (ya vi terciopelo azul, bonísima, me he perdido de mucho al parecer) y tampoco he escuchado discos ni visto programas. El sacrificio laboral se quita si sabes equilibrar todo. Por eso me ven en fiestas aunque a las 12 ya me esté durmiendo y esperando caer en una nube que me lleve a mi casa.

3.1.- Tampoco he tomado muchas fotos. Oh oh, no perder la práctica de las cosas buenas, digo yo.

3.2.- Tampoco he ido a andar en bici. Ya no se olvida, ¿O sí?

4.- Ya medio sé andar en zapatos de tacón (11 centimetros). Tó-ma-la. Es difícil, sí. ¿Se ve bien? Por supuesto. Pero dije que aprendería, yo lo dije. Lo que sigue: tal vez hacer cocktails. O cocinar, en primer lugar. Ya verán, ya lo verán!

5.- Y todo va bien. Todo está bien.

Lady Gaga - Alejandro

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