jueves, mayo 13, 2010

A Clean Shot

Tuve un sueño bien ojete. Pero así, ojete de lo largo que fue. Hubo tantas cosas, tantas personas, que casi pensé que sí lo estaba viviendo y que seguramente me iba a morir y que por fin todo iba a acabar porque todo estaba saliendo ojetamente mal.

Empezó. Mi mamá me gritaba por no sé qué cosa. Me peleaba mucho con ella en la casa (pero no era mi casa, era como un cuarto pequeño, un depa pequeño). Nos peleábamos y resolvía ella por correrme de la casa, con la condición de que en una bolsa me llevara lo que yo creí importante y que no podía regresar por más. Como quien dice "haz un viaje y no vuelvas". Vi la mochila, azul y rota, y concluí que los que ya hubiera en la bolsa, eso me llevaba (la bolsa se veía bombacha, no recuerdo qué llevaba, ni revisé). Mientras daba un último recorrido a ese pequeño cuarto me puse a pensar a dónde iría, con quién me voy. Como hay otra casa que no hemos vendido (en la realidad, de hecho es cierto), me dije que sería buena idea irme ahí. Emprendí el camino y oh sorpresa, esa casa era bonita, estaba vacía, pero era como 20 veces más pequeña de lo que en la realidad es. Sin embargo, más sorpresa, mi mejor amiga J. era mi roommie por lo que yo era muy feliz. Ese día pasa y se supone iré a dormir. Me acuesto en una cama muy incómoda y veo una luciérnaga morada. Pero era una luz morada tan brillante la que emanaba que me hipnotizaba. La seguí por todos lados pero cuando se acercaba yo me alejaba, como cuando los niños juegan con una catarina y cuando esta vuela los niños corren asustados. Pasó la noche, no supe qué pasó con la luciérnaga. J. estaba molesta conmigo porque hice mucho ruido en la noche y le dije que ps cómo, namás vi a la luciérnaga, pero ella dice que golpeaba las paredes, gritaba y lloraba. Eso no pasó en lo que recuerdo de la luciérnaga, pero ella en el sueño me decía que sí.

Luego, yo tenía que ir por las viandas, ¿No? Porque en lo onírico al parecer también tenemos obligación de ir por la leche si nos la hemos acabado. Voy y en la tiendita me encuentra A. Me pregunta cómo me ha ido y le ignoro. Me sigue hablando y yo nada más pensaba que quería mi cartón de leche y me voy. Me decía "sé que ya vives sola. Espero me invites" y, se iba de la tienda y yo me preguntaba que cómo lo supo si eso pasó un sueño antes. Ay, todo tan rápido.

Regresaba a la casa y J. Ya no estaba y la casa ya no era casa. Estaba en una escuela de música y yo ya no traía mi bolsita del mandado, traía mi chelo. Pasaba por todos los salones y veía, a lo lejos, al que fue mi maestro de chelo alguna vez. Me dio mucho miedo entrar y me quedé a un lado de la puerta escuchando la clase que daba. Me sentaba y muchas personas pasaban.

Después, mi tía optó por despertarme porque ya eran las 10 de la mañana y no había ido al doctor (porque, claro, en la realidad soy de esos adultos contemporáneos adolescentes de corazón que ya van al médico siempre) y aparte en dos horas tenía que irme al museo y no, ya, levántate.

Me sentí ajena a todo. A mi cuarto, a todo. Como si realmente me hubiera ido, hubiera hecho enojar a J., como si me hubiera encontrado a A. comprando leche lala, como si hubiera regresado a música, lo que me hacía feliz. El sueño fue LARGO. Sentí que moriría. Sentía que en serio ojalá esto fuera un sueño y me despertara.

Quien sabe, se supone -supone- en nuestros sueños siempre somos nosotros, sólo representados por diferentes roles, ¿no? En mis sueños decido irme (porque me corren, faltaba más), me hago molestar, persigo luciérnagas, me abandono, me escondo. Bueno, así que tú digas muy diferente a la realidad, pues no.

Pero mira cómo la vida es tan injusta y triste. Y yo sigo trabajando, me sigo levantando, sigo preocupándome, sigo pensando. Mira cómo sigo. Pero también, mira lo que haré. Que mira que aprenderé a tejer, a seguir la tesis. A seguir sintiéndome ajena hasta que un lugar vuelva ser casa.

The Myriad - Forget What You Came For

1 comentario:

Sekhmet dijo...

Extraño!!

Saludos