sábado, abril 25, 2009

I don't mean to be mean but it's all I can be It's just me

1.- Pues no es noticia, pero este virus Influenza ha llegado, tal vez no para quedarse, uno nunca sabe. Yo estaba en el Covadonga comiendo una sopa de tortilla y cerveza con clamato (Hola Lilián!)y cuando llegué a mi casa a revisar mi correo (yo debía hacer un ensayo sobre drogadicción para bioética), mi mejor amiga de la universidad me dijo que no habría clases, por lo de la influenza. Por un momento me alegré, porque esos ensayos siempre me dan una pereza infinita, pero por otro lado me molesta el hecho de perderme los últimos días de mi universidad, por este tipo de cosas. Sí, el mundo gira en torno a mí. Un poco menos egoísta: ahm... no tengo nada qué decir. Esta época no está como para confiarse de los medios ni de personas con rangos políticos. Como le platicaba a un amigo, la sociedad ya no se molesta si les dices estúpidos. Es de sorprenderse que la gente deja que, hasta los mismos medios, les digan imbéciles y en este caso, uno puede dudar de la veracidad de los medios, porque a la gente ya no le molesta que le vean la cara de estupiditos. No reclaman, nada. Si a la gente le afectara que la menospreciaran de esa manera, probablemente tendríamos medios de comunicación más respetuosos. De hecho tendríamos una vida más pasajera, pero hablo de los medios por ahora. Aunque es muy utópico lo que te propongo, quiero creer que todavía la educación y la disciplina pueden hacer un buen individuo moral. Pero van y quitan materias de humanidades e inyectan el miedo al mundo como tirando agua bendita. Así, la gente sigue conduciendo ebria y te da razones como "así conducimos los valientes" (ES VERÍDICO). Bueno, entiendo la cosa: a la gente no le molesta que le llamen estúpida, porque se lo merece. Nunca nada es un problema en esta ciudad. Así, les dan noticias alarmistas y la gente se alarma, pero nada más. No se cuestionan la veracidad, cuidados, toda esa basura. Pero leo las noticas, me tomé la molestia de seguir las noticias. E independientemente de haberme encontrado con cosas sumamente desagradables, me encuentro que la colonia Roma se derrumba, el pánico con el que vive la gente y la manera en que el miedo se inserta a la población como se clava una aguja en la vena un heroinómano. Me hace pensar que el mensaje es salir corriendo. Recuerdo un capítulo de Family Guy, donde la familia está con una tribu y que Peter abusa de ellos, haciéndolos sus esclavos porque tiene un dólar (o algo así) y es el más rico de la isla. Los hace representar capítulos de Seinfeld. Chris le dice a Peter que no puede hacer que los habitantes hagan eso, que de hecho no tiene que ir hasta una isla para escapar de sus problemas y Peter le responde "¿De qué hablas? ¡Aquí está Meg!". No tiene mucho que ver (tal vez sí, pero no me molestaré en averiguarlo), pero me da mucha risa ese momento. Y bueno, perdí el punto: cuídense. No está demás.

2.- Entre la misma psicosis, ayer salí de mi casa por un helado de queso con zarzamora. Porque el helado de queso con zarzamora es amor. En fin, que vi a muchos oficinistas con cubrebocas industriales. Y se me hizo triste. Verlos afuera, fumando, volver a ponérselas y entrar al edificio. Yo seguí comiendo mi helado, el cual al final me hizo muy feliz.

3.- Hace un rato, ayudaba a mi mamá con su jardín. La cosa con mi mamá es que ella ama su jardín, le tiene cierto cariño que también entra en el sector de lo maternal. Hasta cierto punto lo entiendo, porque en mi cuarto tengo 4 cactáceos y me gusta cuidarlos y ver cómo crecen y luego adquieren formas socialmente no muy convencionales. Pero bueno, mi mamá, mientras quitábamos las mandarinas viejas del árbol (que se nos olvidó bajar desde hace un buen), me hizo el comentario de que ella sería muy feliz teniendo un jardín del tamaño de una cuadra completa. No sé por qué recordé la historia del Jardín Secreto. Son esa clase de cosas que te encanta escuchar: que personas, con cosas lindas, como lo es un jardín (ahm... de una cuadra), puedan sentirse felices (aunque no plenas, la plenitud es un infinito, una vida no basta para alcanzarla, el problema es la gente que crea estos conceptos, tan inalcanzables).

4.- No juegues, ya compré los libros para mi tesis. Fue una ganga porque los libros tenían un 70% de descuento. 70 por cierto de descuento! Ni el FCE en sus mejores días (aparte e que ellos aplican la de subir precios y ya luego aplicar el descuento, qué basura). Compré las investigaciones filosóficas de Wittgenstein of course, y también la Gramática filosófica. Por igual, uno de Carnap y otro de Kripke. Vi uno que quería de Nicol (Formas de hablar sublime) pero pfff el dinero se fue. Ni hablar, será para la próxima. Por lo mientras, habrá que estudiar, leer, trabajar y esas cosas que hace la gente grande.

5.- Pero en la oscuridad, tenemos los flashlights:



Buenísimo.

6.-
El cielo es el límite


Eminem - The Way I Am

miércoles, abril 22, 2009

Nine Inch Nails - No, You Don't

And just for the record
just so you know
I did not believe
that you could sink so low

jueves, abril 16, 2009

Well it's been a long time, long time now Since I've seen you smile

Camino a la escuela, leyendo a Kierkegaard, me acuerdo de esa problemática del por qué de la existencia del mal, si todavía tenemos conceptos y valores como lo son la piedad y la misericordia. La humanización, no sé, como quieran llamarle. La cosa es ¿Por qué existe? ¿Qué razones llevan a un ser humano a cometer un acto malo /cruel? Por mi conclusión, pueden ver que no he leído mucho sobre el tema, o al menos algo de ética, pero son ideas que uno se va construyendo. Bueh, llegué a una conclusión, que no me convence pero creo que es altamente válida y de fácil entendimiento, es la siguiente: porque se puede. La simple y sencilla posibilidad de llevar a cabo una acción mala (por mera volición) es suficiente razón para poder efectuar un acto malo. La intención entra en otro terreno (lo personal, aunque no es necesario, por lo que diré a continuación). La primera vez que vi la película No Country For Old Man (grandiosa película, if you ask me), vi a Anton Chigurh platicando con lo que, tal vez (no se sabe), sería otra más de sus víctimas. Para no parafrasear, pongo el diálogo:

Carla Jean Moss: You don't have to do this.
Anton Chigurh: [smiles] People always say the same thing.
Carla Jean Moss: What do they say?
Anton Chigurh: They say, "You don't have to do this."
Carla Jean Moss: You don't.
Anton Chigurh: Okay.
[Chigurh flips a coin and covers it with his hand]
Anton Chigurh: This is the best I can do. Call it.
Carla Jean Moss: I knowed you was crazy when I saw you sitting there. I knowed exactly what was in store for me.
Anton Chigurh: Call it.
Carla Jean Moss: No. I ain't gonna call it.
Anton Chigurh: Call it.
Carla Jean Moss: The coin don't have no say. It's just you.
Anton Chigurh: Well, I got here the same way the coin did.


Lo que demuestra Anton Chigurh es que no hay necesidad de una razón para matar a alguien, para poder hacerlo. De hecho, para hacerlo todavía más fehaciente, deja la vida de la víctima al azar (Call it, friend-o). Y bueno, el hecho de la posibilidad de la maldad me basta para saberme (o sabernos, en todo caso), seres que están en un mundo llenísimo de posibilidades, no sólo para lo malo, sino también para lo bueno (¿Por qué no? La piedad es lo más difícil, ni hablar del sacrificio). Como ya había dicho, es una conclusión muy poco madura y sin esperanzas a la que no me gustaría aferrarme para toda la vida, pero un día que me pregunté ¿Realmente lo estará haciendo para lastimar? Si es así, ¿Por qué lo hará? La respuesta que demuestra que no es un problema de física cuántica, es: Porque puede y punto. La intención iría en otro ámbito, que sí es comparable con la física cuántica, porque no se habla de mal, se habla de malicia y ahí deriva el placer, el deber y esas cosas que nunca lograremos entender. PERO, que también son posibles. Dntel lo dijo y yo sólo lo predico: Life is full of posibilities.

Y han sido días llenos de sueños raros.

Primer día: Recuerdo que estaba en una especie de parque, vestida con una botarga de cucaracha (de la cual sentía un poquito de asco usarla, pero no tanto porque era como caricatura, no sé, muy extraño) y estabámos viendo el sol. Sin embargo, en cuestión de dos segundos, todo se volvió oscuro. Ni siquiera de noche, sino literalmente todo era oscuro y en el centro del cielo había una esfera blanca. Y efectivamente, otro sueño donde pienso que es el fin del mundo. Pasó el fenómeno dos veces y al final me aburría y dije "si no va a pasar, me voy" y desperté.

Segundo día: soñé que estaba en un edificio enorme y que yo necesitaba de manera criminal llegar al piso 9, que alguien me esperaba. Sabía quién era (en el sueño, se me olvidó al despertar). En fin, jamás llegué al pise 9 porque en cada piso el elevador se detenía y, en el piso 4, salí y unos insectos que se llamaban "gallos" se iban contra mí y desperté.

Tercer día: soñé que estaba en una casa (enorme y preciosa), pero que alguien me perseguía para matarme. Yo corría y corría pero no lograba deshacerme de la sensación de paranoia. Al llegar a un cuarto cerrado (en el sueño daba vueltas por los mismos cuartos), simplemente me quedé parada y dije "despierta, maldita sea! es un sueño!" y desperté. En este último, es de los pocos sueños donde me he levantado de golpe para respirar. Si la casa no hubiera sido hermosa, hubiera encontrado horrible el sueño.

Cuarto día: soñé que estaba en una especie de reality show donde todos eramos amigos de flavor flav (Sí, lo sé, mis deudas con la tele las estoy pagando) y que yo tomaba un zepelin y me iba a Italia, donde me encontraba con Graciela, quien no me hizo caso la primera vez que le hablé porque los fans luego la acosaban (jaja). Fuimos al bar por unas copas, que seguro se cumplieron en un terreno metafísico, porque desperté.

Quinto día: El peor de todos. No quiero dar tantos detalles porque estuvo lleno de personas y detalles que prefiero mantener privados, pero el punto es que yo tenía que esperar la hora de la muerte de esas personas. En el sueño, yo estaba en una casa vieja, como a medio construir, esperando. Veía unas muletas, veía una mesa llena de trastes ("Y el abismo continuaba allí. Su corazón, reflexionó Bob Arctor, era una cocina vacía: baldosas, tuberías, un secaplatos con superficies fregadas y pálidas y un vaso abandonado en el borde de la pila que a nadie le importaba.") y una de las personas de las cuales yo sabía iban a morir, me llamaba para decirme que algo mejor me esperaba, cosa que terminó de derrumbarme. Yo intentaba cambiar cosas a ver si algo podía evitarlo todo, pero no. Al final, después de un rato, sentía un vacío realmente insoportable. Llegué a un cuarto donde había una cama y me acostaba. Alguien se acercó a mi (no sé quién), me dio un beso en la mejilla y cuando me quedaba dormida en la cama (era en primera persona el sueño), desperté; desperté con el mismo vacío final del sueño (Te levantas. Y te reclamas ¿Dónde habré olvidado el alma?). Como estaba muy cansada iba a dormir otra vez, pero me dije "no lo hagas, por favor", así que no lo hice, cosa que me pareció sosprendente. En fin, este fue el peor porque el dejo de abandono y ausencia me persiguió por todo el día, comprobando que aún puedo sentir y adolecer. A veces lo vívido que pueden ser los sueños me deja perpleja. El mundo de posibilidades me deja anonadada, con el nivel de sufrimiento que puede dejar la muerte -imaginada- o similar. Concluyo, de una manera egoísta (¿Y qué?): No me importaría mucho morir antes que todos.

En la escuela estamos en las últimas. Leemos a Freud. El sentimiento de culpa es algo que también me deja perpleja y creo que es una cerdez. Freud, tú lo teorizas, yo lo juzgo. Lo obscenamente pervertido que puede llegar a ser una violación mental como el sentimiento de culpa es lo que me da asco, porque anula cosas como el amor, la tristeza, el deber, etcétera. La muerte de la poesía. Derrumba el mundo en el que he querido creer. Siempre he tratado de seguir un régimen cuasi fascista de no hacerme la víctima/victimario, porque creo que es de muy mal gusto. Régimen que no sé si sigo al pie de la letra, que lo más seguro es que no, todos tenemos nuestros momentos, pero creo que sé (o tengo un atisbo), de saber cuándo es suficiente. Y es un buen comienzo. Hace años, en primaria, mi maestra de tercero, quien era una estúpida, me amenazaba con ponerme reportes, por mal comportamiento. Lo único que pasaba era que no era de sus consentidas. Recuerdo que era yo muy lista y sonriente (ja, sólo hay que ver que una vez llamaron a mi tía porque "reía mucho". Like, srsly). En fin, llegaba un punto en que la palabra reporte me hacía llorar y me hacía sentir mal, porque había momentos en que me convencía de que era yo muy mala alumna y que merecía ese reporte. Te lo digo hoy, María de los Ángeles: qué equivocada estabas. Pero todos tenemos issues en primaria. Mi punto es, yo no merecía ese reporte, pero la culpa que me inundaba de la posibilidad de merecerlo era lo que se me hacía nefasto. A partir de eso, y de que esta época lo necesita, el buen gusto radica en no hacerse la víctima (¿Llorar por un reporte? No, ya no), ni el victimario y el respeto propio, conocido como dignidad. En mi ingenuidad, seguiré creyendo en la pureza de conceptos como amor, tristeza. Sobre todo la tristeza: debe haber una melancolía tan pura, fuera de culpas, fuera de todo. Y es tanta su pureza, tan pura de este veneno de culpabilidad externa, que hasta debe dar gusto adolecer (atención, no confundir la culpabilidad infundida con la culpabilidad asumida de un acto cometido, que ese tipo de culpa, la que uno asume, es también una reacción a dicho acto, reacción que te hace un ser moral [el reconocer la malicia de tus actos]; volviendo al tema del principio: puede que la intención no sea reconocible, pero el sentir culpa de hacer el mal es que tienes la idea de que lo que hiciste estuvo mal y tu deber era evitarlo. Bueno, el mérito es: sabes que es malo. Hay esperanza, quiero creer).


Beirut - Nantes

domingo, abril 12, 2009

Juan Son - El Resplandor

En una de esas mañanas,
tan nubladas,
te levantas.
Y te reclamas
¿Dónde habré olvidado el alma?


(♥)

martes, abril 07, 2009

Algunas cosas que he hecho en vacaciones.

1.- Bueno, no veo el problema: me gusta Porter. Ya lo había admitido hace algunos meses. Es un hecho que descubrí cuando los vi en un Corona Music Fest, me sabía muchas canciones y medio bailé y salté de la emoción. La cosa es, yo siempre pensé que me chocaban esos grupos con referencias orgánicas/naturales (me parece extraño, no sé), pero veo que no, no me desagradan del todo. El primer disco, Donde Los Ponys Pastan, es tan lindo, tan digerible. AtemaHawke, lo re-descubrí hace unos días, a todos les debería gustar Host Of a Ghost, más conocida como "la canción de los gatitos", pero Xoloitzcuintle Chicloso es una canción TAN agradable, maldita sea. Me hace sonreir, me encantan los grititos de niña berrinchuda del vocalista. Sin embargo, retomo el tema, el nuevo disco de Juan "oh quiero ser Björk" Son, es un buen disco. Maldición. Mermaid Sashimi, creo, no tiene sentido. Es decir, las letras van muy fluidas, evocan imágenes sin un contexto. Aún con estas escenas orgánicas de árboles y bailes que tanto me molestan, oh dios mio, no importa eso, creo que es un buen disco. Los títulos, también creo, son como palabras favoritas. Es decir, les quitamos el significado a las palabras y sólo nos quedamos con la fonética. Fonética es una palabra bonita. Si yo hiciera un disco, probablemente haría eso, poner títulos con mis palabras favoritas, aunque no tengan nada que ver con las canciones. Mis títulos para canciones con mis palabras favoritas, son:

1.- Lapislázuli
2.- Estequiometria
3.- Clavícula
4.- Luz
5.- Cromaticidad

Y bueno, son palabras favoritas. Dentro de mi lista "palabras que me parecen bonitas como para lo que realmente significan", puedo mencionar arteroesclerosis, angustia y misericordia. Ah, el lenguaje. Y bueno, terminando, espero que el hecho de que me guste porter no tenga nada que ver con aquella vez que soñé que me ligaba a Juan Son. Gulp.

2.- He terminado El Ladrón de chicles de Douglas Coupland. Me pone triste haberlo acabado tan rápido porque es un gran libro, a pesar de que yo medio deteste los epistolarios en la literatura. A veces me parecen tediosos, pero Coupland crea la relación epistolar entre Bethany y Roger con mucha acidez, cosa que me encanta. En fin, el ladrón de chicles es grande, llena de llegadoras frases dignas de cualquier angustia adolescente. El otro día, leí: "¿Quién sabe? No creo que nadie sea capaz de recuperarse de nada en vida. Lo que ocurre es que se acostumbran" Y, joder, se me hizo una gran frase. Es más, lo puedo llegar a tomar como un estilo de vida. Pero bueno, no estoy dispuesta a contarles todo el libro. La cosa es que me encantó por el manejo de la ficción. Aparte de que Coupland logra malear el lenguaje con el fin de obtener una doble ficción en el libro, el final es un twist que hace fehaciente eso de la creación de mundos en la ficción y la posibilidad de derrumbarlos, en una sola página. ¡Mierda! ¡En una sola página! Cuando lo acabé me dije "Por supuesto, el desplome". Me hace pensar en cómo el lenguaje no sólo contruye ficción en la literatura, sino en la vida misma, con las cosas que concluyes, las cosas que vives, las cosas que no encajan. Repito: el desplome. Wittgenstein decía que el mentir es también un juego de lenguaje que también se debe aprender. Regresando al libro: es ingenioso, aunque no tan bueno como jPod, temo decir.

3.- Leí también en Coupland: "¿Acaso no es la vida como si te dieran una patada en los dientes?" La respuesta que doy es: Sí. Te lo dice alguien que ha recibido una patada en los dientes, no hay pierde. (En serio la he recibido, no hablo de metáforas).

4.- Vi Snatch. Oh, es de mis películas favoritas. Simplemente amo el humor, las escenas, la música. Y la película está muy bien hecha. Si usted no ha visto snatch, realmente pienso que debe ir y hacerlo. Ya. Te puedo decir, la vida es como una patada en los dientes, sí. También te puedo decir que todo es como en la última pelea de Mickey O' Neil. Por los golpes, sí, pero esta escena es clave:



Es una de las imágenes más lúcidas que he visto. El golpe, en lugar del piso caes en agua, la reacción. Es GENIAL.

5.- Bueno, han pasado sólo dos días, no he hecho tanto. Se supone debería estar leyendo a Robinsón Crouseau, cuestionarios from hell de Hegel, leer a Kierkegaard, Pascal y ay, la escuela me da comezón.

6.- Podrías, no sé, darte a respetar. Es una sugerencia, claro.

7.- TAREA.

Korn - Evolution