El sábado tuve día libre (pues sin tarea ni trabajo ni encargos de la familia); ese día podía tomarme la molestia de conquistar el mundo, pero preferí ir a lo de la marcha Lésbico-Gay (y todas las variantes existentes, pues). Muy en el fondo de mi corazón quería ir a la nueva exposición del MUAC (que igual y voy este sábado, who knows), pero preferí ir a la Marcha, aparte también para seguir usando (y aprender más) mi camarita Holga (la Diana aún no tiene Flash, así que no era muy inteligente llevarla, sabiendo que iba a llover o anochecer a las 2pm, ya saben cómo es México). En fin, también me la pasé super bien, había unos disfraces que eran verdaderamente Impresionantes (con i mayúscula) y el ambiente también era muy agradable, nada hostil...bueno, a veces, que luego no faltaban los tipos que tenían sus carotas de enojo. Las cosas serían mejor si la gente fuera un poco más relajada, para qué tanto, es decir, en serio, PARA QUÉ. Me encontré a Marilú y a sus amiguis (Hola Marilú!) y me alegré mucho porque desde Radiohead no sabía nada de él y siempre tenemos "ir por un café" pendiente. Me presentó a sus amigos a quienes también adoré locamente. Después de una escala al Burger King por una lluvia furiosa (no compré mi sombrilla gay, y oh, era tan bonita pero oh, yo era tan pobre), llegamos al zócalo, como a las seis; pero al llegar yo tuve que irme, porque Paulina (Hola Pau!) me hablo para decirme que habría precopeo (jaja, duró muy poco), en casa de Diego (donde Sirako ya estaba), para ir a ver al magnífico Charlie Monttana. Oooh me dije, entonces como yo hasta en la escuela me pierdo, deduje que tenía que irme inmediatamente porque me choca dejar a la gente esperando y pensé que Paulina me odiaría por siempre. Así, me fui ipso facto, no sin antes despedirme, con pesar, porque la verdad me la estaba pasando muy bien.
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Después de un cansadísimo y agonizante camino a mi destino (ya había caminado DEMASIADO, sumemos el hecho de haber estado desvelada [y súmale también que presencié otro momento basura y que también me ganó el asiento en el metro una anciana de esas que tanto odio {son cosas que uno no debería vivir con los pantalones todos mojados y los tennis hechos barcos naufragados]), por fin llegamos Pau y yo con Diego y Sirako (y otro dude) a beber Teachers. Bueno, yo sólo un vaso (y ni eso); me apena decir que el güisqui nomás no es lo mio. Yo, el vodka hasta solo y el vermouth por litro, pero el güisqui nomás no. Por fin, POR FIN! Llegamos al lunario (después de un viaje escuchando a Tin Tan), al concierto más esperado de todos, después de Radiohead. La verdad es que desde que Bob (quien ese día ya esperaba puntual con Tamara y Oscar adentro del Lunario) me platicaba su experiencia con Charlie Monttana, yo me dije que debía verlo. Luego, de sorpresa, anunciaron su concierto de los 25 años de puro ROCK y dije "de aquí soy". Las chicas vestidas de policias, Charlie Monttana diciendo "Yupiiii" y corriendo por todo el escenario, bueno, qué manera de cerrar el sábado. Tuve dos conclusiones, que aunque suenen un poco exageradas, puedo garantizarles que hablo con toda sinceridad adolescente:
1.- El mundo es mejor por conciertos como los de charlie Monttana, tan bien trabajados y que uno se siente Bien de estar ahí, ¿Me explico? Lanzaron sombreros, atrapé uno. Lanzaron pelotas, de esas de plástico, y también atrapé una. La pura sabrosura, pues.
2.- Creo que ha sido el mejor concierto del año, obviamente después de Radiohead. Y lo digo por el gran ambiente en el que me sentí, creo que ya pocos conciertos logran eso. Además, 2horas30minutos de música!
Y así fue como terminó esa semana, porque todos sabemos que el domingo es un error espacio temporal, que aprovecho para tomar clases de francés. La verdad tengo reseñas de más días, pero prefiero dejarlo para el siguiente post, porque hay fotos muy lindas sobre eso. Y más: verán una foto mía horrible de la secundaria, etapa en la que todos somos feos... Y CON GANAS.
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Empecé La Invasión Divina de K. Dick aunque algo me dice que debería empezar el de La Educación Sentimental de Flaubert, que lo he dejado ahí, abandonado, con el rímel corrido y las medias rotas. La Imposibilidad de Una Isla de Houellebecq sigo sin encontrarlo y oh, tristeza y agonía. En fin, de todos modos, me alegra decir que el proyecto que tengo con J. va bien y eso de trabajar de 8am a 2pm en la tesis es bueno, educa la voluntad y vuelvo a la costumbre de levantarme temprano (y miren, voluntad y costumbre en una sola oración, unidas por una conjunción copulativa).
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Pronto: esperemos que en dos semanas nuevas noticias de una nueva bici. O tal vez más (semanas, no bicis). Snif.
The Smiths - How Soon Is Now?