martes, septiembre 21, 2010

Un post donde expongo lo mucho que me gusta Control Machete

1998. Yo todavía estaba en primaria y era un ambiente tan tranquilo en mi vida, que las anécdotas que tengo de ahí no distan mucho de lo que pasaron alguna vez en la telenovela Carrusel.  Amigos que les salía sangre de la nariz, tirar macetas, conserjes ebrios dormidos en la entrada de la primaria y amigos descalabrados. Para ese entonces yo ya tenía Mtv, por lo que en el ámbito musical lo extranjero no me era tan ajeno. En el rubro, digamos, "nacional", uno de mis grupos favoritos lo conocí por otro lado y seguro todo lo que diga a continuación pecará de exagerado por lo mucho que me gustan, pero qué más da. 

Era quinto de primaria y un día Juanito, un gran amigo mio, me prestó un disco, para ver qué opinaba. Él y yo éramos muy unidos, pues amábamos las tortugas y llegamos a jugar con otra amiga -Coni- a tirar cosas por la ventana. En fin, el disco en cuestión era Mucho Barato de Control Machete (el cual era de 1996, dos años tardaron para llegar a mi). Recuerdo llegar a mi casa, sacar el reproductor enorme estilo Ghetto Blaster de mi papá y escuchar Comprendes Mendes a un volumen considerablemente alto. Fue un descubrimiento rotundo en mi pobre información musical-nacional: la rima, el beat de esa canción, todo eso me había emocionado muchísimo. En general el disco me había parecido algo asombroso, aunque debo decir que toda mi atención se centró en Comprendes Mendes. Era un Loop Infinito, literal. Llegué a la primaria, le llevé el disco y Juanito y yo llegamos a cantar Comprendes Mendes como si fueran los honores al lábaro patrio un lunes por la mañana.

1999. Mismo amigo, Juanito, lleva a mis manos Artillería Pesada, Presenta y ahí fue donde descubrí que este mundo tiene cosas fascinantes para que yo las descubra. De repente las canciones sosas de los Backstreet boys no tenían ningún sentido para mi (oh sí, me gustaban mucho), porque había llegado algo más fuerte, más tremendo y en palabras que se merece ese disco, más chingón. Artillería Pesada, Presenta fue un parteaguas: En primer lugar, se me hizo un disco bien elegante. A excepción de 3 ó 4 palabrotas (y hasta eso bien inocentes) que se dicen ahí, el seguimiento y manejo de las palabras se me hizo algo bárbaro. En segundo lugar, las voces que se utilizan, todo encaja perfectamente en el beat. Era la primera vez que no escuchaba voces suaves yendo a la par de un ritmo  paupérrimo, era un sonido fuerte, masculino. Era violento pero con ese toque elegante.

Control Machete se me hizo uno de los mejores grupos en este mundo. Y mientras todos mis amiguitos se emocionaban mucho por decir palabras como "puto" o "Viva México, Cabrones" al ritmo de Molotov, manejando más el escándalo que la música (y no es insulto, en su tiempo Parásito me pareció una canción enormemente divertida y buena), en mi discman Coby giraba y giraba ese disco prestado de Control Machete. Y hasta ahora descubro que había buenos grupos mexicanos en esos días, pero entiéndeme: Control Machete fue mi mejor descubrimiento. Si te clavas en los beats, las voces de fondo, el ritmo. Mi canción favorita por miles de años luz, siempre fue Unisono:




No estoy hablando de ningún problema
Es sólo una capacidad manantial de ideas
Aparecen las cuestiones a un lado de las soluciones
Correcciones que nos hacen volver a empezar
Con los pies más firmes y ya no tropezar
Y así es mirar apreciar y así realizar
Completar, uniones formar
Somos parte de una siembra que no puedes imaginar
Somos fruto de semillas del mismo lugar
Cultivadas con la misma mano
Siempre regadas con mucho cuidado
Compartiendo vida compartiendo muerte
Estamos en la tierra y hoy es el presente
Tiempo correcto para que nos volteemos a ver


Es algo que me atrapó. Era tan diferente a todo lo que alguna vez había escuchado en español, que genuinamente es un descubrimiento musical, de esos que tienes en el tiempo correcto.

Pasamos a secundaria, donde una amiga se dedicó muchos días a decirme que el soundtrack de Amores Perros era uno de los mejores en el mundo. Yo no había visto la película, pero accedí a escuchar el disco2, que el primero no me traía nada nuevo (ya había escuchado coolo de IKATV y Celia Cruz). Café Tacuba, mmm muy bien. Illya Kuryaki and the Valderramas, perfecto, suena bien. Zurdok, otro grupillo que también me gustaban, más que nada por esta canción, de la cual el video se me hacía algo terrorífico y hermoso. Pero luego, oh sí, luego:



Redescubrí Control Machete en ese momento. Por que seguía siendo un beat correcto, una guitarra correcta y una voz femenina correcta. No soy muy fan de Ely Guerra, pero qué cosa, qué pasa: ¿Por qué suena tan bien? La letra, desde ese día hasta la actualidad cuando escucho la canción, me llega durísimo: La fantasia sólo se queda en los sueños / ¿Qué pasaria si nunca muero... / y no tuviera la oportunidad de nacer de nuevo? Hermoso. Y le di toda la razón a mi amiga con la opinión de ese Soundtrack, que también tiene a Dover, Bersuit y fiebre. Si no lo han escuchado, es un buen momento.

Y la última vez que redescubrí al grupo en cuestión, fue por un cover que le hicieron hace mucho a José José, a manera de Tributo. Sé que cover no supera a original, pero puede llegar a ser buena. Amnesia, por Control Machete, se me hizo muco más triste que la versión de José José. Debe ser la voz femenina incluída, la manera en que se repiten los versos. No supera a la original, no señor, pero sí es un respiro a la canción per se.



Y ese día iba en el metrobús, tristeando recio por escuchar esta canción en loop infinito.

Y más que ser una apología por los ahora desaparecidos Control Machete, me gusta recordar esa primera vez que les escuche y que por mi fofa y juvenil cabeza pasó esta idea: "Qué cabrones estan estos tipos". Control Machete, Viento, caricias, levedad y sabor.

Control Machete - Amnesia

viernes, septiembre 17, 2010

Rotundus Maximus

1.- Esta última semana me ha servido para notar que el fin del mundo no será provocado por el narcotráfico, un meteorito o algún tino de Walter Mercado. El mundo terminará implotando de manera rápida, aunque dolorosa, gracias a la gente que no sabe decir por favor y gracias. Dos palabras que se supone le enseñan a uno de niño, que jamás se les debe tomar con simpleza. Tal vez seré un poco exagerada, pero me atrevo a decir -y a creer en ello- que para que una civilización pueda seguir su curso, estas dos palabras deberían ser enseñadas para su correcto uso desde que un bebé dice mamá o papá. Así de simple. Me pasaron dos cosas, las paso a contar:

- Tuve que ir a redactar un trabajito a la condesa. Mientras iba en camino recolectando fotografías, una lluvia tremenda se descargó en el parque México y lo más sencillo que apliqué fue meterme al Café El Ocho, que de todos modos me iba a servir para las reseñas que estaba haciendo. Me senté afuera, a pesar de no traer cigarrillos. Supongo que es la costumbre. Atrás de mi había otro tipillo que estaba comiendo unos tacos al pastor. Yo pedí un té chai y una ensalada que resultaron estar deliciosos. En cierto momento me volteé y le pedí unos cigarrillos -por favor- y él me dijo que, oh lástima, no fuma. Gracias, perdón la molestia. En fin, mortigi tempo, cuando llegó una niña a pedirnos cooperación porque canta con un acordeón. No es que yo sea una especie de Boogie el aceitoso, pero yo no soy mucho de andar dando los pesos que me sobran a la gente que los pide sin conocerle antes. A veces me agarran con el corazón hecho papel, lo cierto es que el 90% de las veces digo "no" sin ver a la gente a los ojos. El otro muchacho atrás de mi hizo lo mismo con la niña, entonces ella acertó en decirnos:

Pues entonces váyanse a la chingada.


Él al parecer no lo escuchó porque esta pequeña astuta lo dijo como susurro, pero yo sí. Y más que enojarme, me dio mucha tristeza que una niña conociera ya el dolo de andar mandando linguïsticamente a la gente al diablo. Me dieron muchas ganas de perseguirla, tomarla de los hombros, agitarla un rato y decirle que nada estará bien, a menos que se quite esas cosas de la cabeza. Pero no, como buena clasemediera -astuta igual- hice caso omiso y me terminé mi té chai. ¿merezco que me manden al carajo por no dar limosna? No lo creo. Tampoco me merezco el cielo por pedir cigarrillos con por favor y gracias, pero sé que hay algo bueno en estas maneras. Sé que por el hecho de poder comunicarme con la gente con un mínimo de respeto, hace que cambie mi percepción de la humanidad. Quizás si la niña hubiera dicho "Entonces háganme el favor de irse a la chingada", tal vez sería un buen atisbo para saber que nada está perdido.

- Me habla una señorita de Banamex, al parecer ya harta. Me dice que por mi buen manejo de las cuentas de débito, me dan un derecho a una tarjeta de crédito. Le digo "No, muchas gracias". Ella responde "¿Me podría dar una razón?". Su manera de decirlo fue grosera, sin lugar a dudas. Le digo que pues soy una clasemediera que tiene gastos humildes menos a 500 duros, que no necesito crédito. Y, oh sorpresa: "¿Me podrías dar una buena razón". Le digo que no la necesito, que no se preocupe. Y, oh sí, más sorpresa: "No es que me preocupes, pero quiero una buena razón". Imagínense esa misma pregunta pero una diez veces seguidas, yo insistiendo en que no, gracias, así está bien. Al final, cuando le dije tajantemente que no quiero una, me colgó. Es decir, ni siquiera un perdón por la molestia, gracias. No, cortar llamada. Me sentí un poco molesta. Luego pensé que igual ya estaba harta y que ya quería hacer la ultima solicitud para irse a su casa a comer con sus hijos y su buen hombre. Pero muy independiente de eso, creo que no había necesidad alguna de incurrir a semejante cosa. Quiero creer.

2.- Revolucionarios, abstenerse.

Mucha gente que conozco empezó a despotricar contra el bicentenario y de repente ya el 70% de mis amigos odiaba a México. Yo, repito, esta pobre clasemediera jamás ha incurrido en odiar al país per se, ya que casi toda mi vida me ha ido bien; lo digo con cierto orgullo porque, según los entendidos en la vida, uno no debe sentirse mal si le ha ido bien. Estudios universitarios, trabajo freelance para cosas que no tienen que ver con el gobierno o que empiezan con "Secretaría", un hogar y un sinfín de cosas que, a ojos de lo evidente, no me hacen la mejor persona para hablarte de un odio a la nación. Y tampoco es que me ponga un velo y diga que México está súper y que no hay pobreza -más que idiota, debes ser un ingenuillo para ver las cosas así- y a su vez ha habido situaciones políticas que sí me han hecho enojar lo suficiente como para maldecir todo. Creo, pues, que estoy en el punto medio de reconocer una realidad cruel, pero agradecer lo que al menos puedo abrazar y trabajar. ¿Orgullo mexicano? Esa especie de patriotismo es algo con lo que no estoy familiarizada, lo siento. Pero agradecer lo que tengo, eso sí lo puedo poner sobre la mesa. Me alegra vivir aquí. Tener fe a las cosas que los demás creen perdidas es mi especialidad. 

2.1.- Decir por favor y gracias. Así nacen -y se hacen- los buenos ciudadanos.
 

3.- El otro día mi mamá andaba tan platicadora, que mejor me fui a cenar a otro lado. Pasé a cenar a un sanborns porque más noche debía ir a una fiesta. Me senté en un sillón y una mesera muy amable me dio la carta. Pregunté por un platillo y me dice que no me podían cambiar el arroz por las verduras, a menos que pida un platillo de otra carta, el cual era más caro. Ante mi cara de duda, ella me dice "no te preocupes, te lo ordeno como ese plato, pero te lo cobro como si fuera el de la otra carta". Wow. Y no, esperen, no es lo último. Le pedí cereal y me consiguió leche light, me dio fresas y me dio un platón REPLETO de cereal. Para finalizar, me trajo un americano descafeinado en una cafetera y me dice "para que no pruebes el que ha estado guardado, este es recién hecho". Me sentí en casa. Cuando llegó la cuenta, me di cuenta de que me hizo un descuento muy significativo. Resolví por pagar en caja y dejarle una propina muy considerable. Cuando salí del lugar me dice "Que tengas una bonita noche, te vas con cuidado". ¿Notas cómo es una buena anécdota? Porque me pasó a mi y porque compruebo esto de que decir gracias es un nivel de civilización tan enorme, que me es imposible decir que no le veo futuro a las cosas. Que lo bueno opaque a lo malo, me gusta pensar. A veces.

4.- So I never wrote a letter / I never took my true heart I never wrote it down / So when the lights cut out / I was left standing in the wilderness downtown.



5.- Tengo un Tumblr. Creo que es mi manera de anunciar al mundo que ya soy una mujer. Y una muy ociosa.


Arcade fire - We Used To Wait

domingo, septiembre 12, 2010

The Damage in your heart

1.- Agosto y la primera parte de septiembre han sido buenos meses, me han tratado con misericordia. Además, he visto a muchos buenos amigos, me han dado buenas noticias y en otras cuestiones me va muy bien. Creo que eso sólo significa una cosa y esa es: comienza mi etapa favorita del año. Dado que en septiembre siempre hay reuniones con los amiguillos, de ahí se pasa a octubre donde siempre hay conciertos, fiestas y, bueno, mi nueva edad, 23 años. Será raro cumplir 23 años, pero la buena nueva es dejar los 22 que fueron difíciles y hermosos a la vez. Después llega noviembre, que siempre es un mes que huele a pan y a chocolate de calaverita. Finalmente culminamos con Diciembre, donde por alguna razón estoy ansiosa que sea navidad. Por que algo hay ahí que toda la comida es más deliciosa, los perfumes huelen mejor. El bailey's en pequeños vasos con un cubo enorme de hielo son el caramelo favorito de los adultos contemporáneos como yo; las salas huelen a pino con esferas sumamente maricas y, claro, hace un frío de los mil demonios. Es lo bello que acompaña esta época, ese frío que nos hace usar gorritos, chamarras y botitas. Sí, esta época me gusta y ojalá pasé lenta, mucho muy lenta.

2.- Un día, viendo Super-Size me con mi hermano, hay una parte que en verdad me llegó al corazón. Una parte que me tomó por los hombros, me sacudió con fuerza y gritándome a la cara, escupiendo un poco que me dijo: no seas estúpida. El señor este que engorda está tratando de terminarse un empaque de papitas y dice: "creo que en estos momentos, mi cuerpo me odia en serio". Se me hace una línea muy fuerte porque jamás me había puesto a pensar en esas ondas del cuerpo como un templo. Y no lo digo en estas ondas new age de vestirse siempre de blanco y salir a recibir la energía del sol, pero sí lo pienso en una cuestión de qué tantas cosas comes, bebes, fumas y recibes. Y cada quien cuida su propio cuerpo, no? Es decir, un tatuaje, como se creería en esa educación de mojigatería, no necesariamente hace más feo al cuerpo, tampoco una perforación. Al contrario, si es un buen tatuaje, el cuerpo resulta un buen lienzo. Feo que te hagas uno de esos tatuajes con un error ortográfico, qué pena goei. Y bueno, desde que vi esa escena, debo decir que sí he tratado de cuidar el cuerpo, a manera de un templo. Comenzando con todas mis citas al soul rehab, de mente -no completa, pero podría pasar por- sana, pasas a un cuerpo sano, comiendo cosas ricas y esas estupideces. Andar en bici, todos esos placeres de los cuales uno se puede dar el lujo, pues qué. ¿Cigarro y bebida? Bueno, ahm... ¡Miren! ¡Algo atrás de ustedes!

3.- El otro día tuve un día muy padre. Creo que fue la inauguración de la buenaondez que regresa. Eso. Es. Todo.

Hide And Seek

Pronto: mejores posts. Ahora: descansar, descansar.

Arcade fire - The Suburbs

jueves, septiembre 02, 2010

Mi terapeuta estaría muy orgullosa de este post.

Mis acercamientos con la muerte han sido pocos, ya he hablado de eso. Nunca sé cómo reaccionar, no sé qué decir. Yo básicamente soy de las que puede estar normal ese día hasta que, pum, la conciencia de la situación me cae de golpe y todo se viene abajo. Así, puedo estar mucho tiempo en un mundo normal donde nada ha ocurrido, hasta que veo un lugar vacío, reconozco un aroma, una voz o un sinfín de cosas. Esa es mi reacción ante la muerte y cualquier otra cosa que represente una ausencia permanente.

Antier murió mi mascota.

Por lo común yo no creía que una mascota pudiera doler tanto cuando se iba, pero eso cambia cuando pienso en el hueco que mi perico, Irving (aunque a veces mi papá lo llamaba Pancho, por el cliché de llamar a los pericos Pancho) ha dejado en esta casa. Todo el proceso fue bastante horrible. Todo se salió de las manos, yo me puse histérica, me hiperventilaba y lloraba. Estaba peinándome para ir a desayunar, cuando mi tía tocó la puerta. Cuando abrí me preguntó si tenía una caja. Le pregunté que para qué y me dice "Es que el perico estaba en el suelo y está muy flaco y débil", en eso veo que entre sus manos, envuelto en un trapo, estaba el pobre animalito, respirando con dificultad. Jamás se me olvidará esa imagen. Después pensé que sería buena idea llevarlo al veterinario que está a unos cuantos metros de la mia. Rápido lo envolví en una toalla, lo puse en una caja de unos zapatos rojos que me había comprado hace dos años y salí disparada a la calle.

Mientras iba caminando, sentía como si estuviera poniendo lo pies en petróleo. Y es que jamás sabes qué tan grande es la depresión y la tristeza, hasta que llevas a tu mascota en estado crítico, envuelta en una toalla camino al veterinario. Llevas entre las manos un ser inocente, que sólo se encarga de estar ahí, para ti. El amor incondicional es por parte del ser humano, lo cual es más cruel. Es la representación más clara de amor que jamás podremos encontrar en otro lado. El perico a veces mostraba que nos molestaba, ya que siempre que entrábamos a su cuarto, nos gritaba o nos retaba. Si le prendíamos la luz, empezaba a gritar como loco para que nos fuéramos y había veces en que estaba tan cabreado que ni dejaba que le cambiaran la jaula. En fin, llegué al veterinario y el ayudante me dice "el doctor no atiende aves, no, y es muy raro aquí encontrar esos veterinarios, eh". Qué estupidez, pensé. ¿Le estoy llevando un dinosaurio? también pensé. No entendía cómo podía llamarse alguien veterinario si ni siquiera podía decirme qué tenía mi perico. Perros y gatos, claro. Pero y los que tenemos aves? hurones? hamsters, peces? Valen madre nada más? Es una estupidez. 

Corrí a casa y rápido investigué en internet de un veterinario y encontré a uno que resultó ser un hombre muy amable. Llegamos a su consultorio, el pobre animalito respiraba con mucha dificultad. Todavía antes de salir de casa le estaban dando unos espasmos y yo sólo quería llorarle. Llegamos con el veterinario y le dimos de comer con una jeringa. Después teníamos que inyectarle aminoácidos en la patita, por lo que tuve que sostenerlo. Todavía intentó morderme el pulgar, pero no tenía fuerzas. Justo cuando vi que no me arrancó el dedo, ahí supe que algo estaba mal y que saldría mal. Lo inyectaron, lo pusieron bajo un foquito con calor y nos dijo el doctor que debía revisarlo para ver cómo respondía con la medicina. Mi tía y yo todavía le sobamos la cabecita y cerró los ojitos. Quería pensar que todo saldría bien. Lo quería al menos intuir.

Fui a las pruebas de mi espero-nuevo-trabajo. Todo salió bien, creo que fue una buena tarde. Pero el horror ocurrió al llegar a casa.

Entré a la sala y estaba la caja de los zapatos rojos. No, no quería pensarlo. La cargué y estaba pesada, sí. Quería pensar que era el peso de la toalla. Pero abrí la caja y ahí estaba mi perico, con los ojos abiertos, el pico abierto y el ala izquierda cubriendo su cuerpo. Cerré rápido la caja y fui a mi cuarto a llorar. Después llegó mi mamá y se puso a llorar conmigo. Luego llegó mi papá y nos pusimos a llorar los tres. Mi tía también lloraba, mi hermano no sé qué pensaba en esos momentos.

Al final, decidimos sepultarlo.

Fuimos al traspatio. Mi mamá dijo que ahí, para que nadie, ni el jardinero ni nosotros, lo pise. Mi papá cavó con una pequeña pala, mi mamá y yo a un lado. Justo cuando cavó hasta la profundida requerida, empezó a llover. Así que la familia, afuera, con una sombrilla, viendo la caja que contenía no a la mascota, sino al miembro número seis de la casa. No se fue el perico, se fue Irving, porque al fin y al cabo tenía un nombre y eso lo hacía más personal. Toda esta muerte fue muy personal. Lloré toda la noche, por supuesto. Escribo esto y me dan muchas ganas de llorar.

Hacíamos muchas bromas sobre el perico. Pensábamos que llegaría a 200 años, o no sé qué nos pasaba por la cabeza. Le decía a mi hermano que se iría con él cuando se casara. A la gente le daba risa cuando les decía que nos odiaba, pero que nosotros lo queríamos mucho. Éramos sus humanos, él recibía galletas, pan, lechuga, apio, semillas de girasol, manzanas, duraznos, agua y un largo etcétera. Nos íbamos rápido del cuarto cuando prendíamos la luz para que no se enojara. Con esto te voy a decir todo: él tenía su propio cuarto. Así, lo pusimos ahí, con el mini frigo, los libros de química de mis papás y jamás fue el cuarto del frigo, ni el estudio ni el librero. Era el cuarto del perico, así de sencillo.

Y ahora ya no está conmigo. Ya no está ahí, arriba de su jaula, viendo el jardín. Ya no necesito apagar la luz de ese cuarto, porque nadie me va a gritonear que lo haga. Y hoy que fui al cuarto, al ver la jaula en el piso, el corazón se me hizo de papel, un papel que puedo hacer bolita y tirar en un cesto de basura.

23 años. Así, se fueron. Como mi tortuga de 7 años. El tiempo lo destruye todo.

Pero la agonía, la agonía de un ser tan pequeño. ¿Que para eso no estamos nosotros? Nosotros podemos expresar el dolor, somos seres llenos de voluntad y conciencia. Debemos soportar eso, claro que sí. Pero, ¿Por qué ellos? ¿Por qué mi perico tuvo que pasar por esa agonía? ¿Por qué verlo tan débil? ¿Por qué no me arranco el pulgar? su pico estaba tan débil.

Te voy a extrañar. Por que a diferencia de otras mascotas, yo no te podía abrazar. No te decía que te bajaras de la mesa, ni te regañé por comerte mis calcetas. Jamás gasté millones en croquetas, porque hasta eso eras una mascota hippie. Te voy a extrañar, porque eras ese tipo de mascota que me enseñó que no debo recibir algo a cambio de querer a  alguien, tan pequeño, inocente y verde como tú. Es más, Me enseñó que lo más probable de recibir, a cambio de querer a alguien, es que te griten para que apagues la luz. Eras ese tipo de mascota que sólo estaban ahí, afuera de su jaula. Jamás te fuiste, aunque tu lugar siempre fue fuera de tu jaula, esperando a que algo pasara. Y estuviste 23 años. Toda mi vida y toda la tuya pasaron. Te extrañaré, pequeño bandido.