He tenido muchísimas ganas de escribir. Me han pasado tantas cosas, todas ellas son buenas noticias. Pero el tiempo se me va. Tanto que ni sé en qué día vivo.
Hoy en la mañana pensé que era jueves y que podría ir a jugar a una alberca de pelotas. Pero no, era viernes.
Hoy en la noche camino al José Cuervo Salón para ver a Belle and Sebastian, pensé que era sábado y me empecé a malviajar duro porque no había ido al trabajo. Pero no, seguía siendo viernes.
El concierto de Arcade Fire es el 14 y pensé que faltaban dos semanas. Y no, es este miércoles.
Octubre para mi es como un gran y hermoso día de 744 horas.
1 comentario:
todo es bello y cursi en octubre, qué más da, felices 22-23, todavía es un número con continuidad.
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