1.- Fui a trabajar en sábado de gloria y no estuvo tan mal. Como que eso de prepararse mentalmente sí sirve de algo. Creo. Me habían dicho que iba a estar rodeada de miles de personas, todas ellas con una antorcha o palos con un clavo en ellos, pero no, para nada. Todo fue bien, sobreviví y lo único que me llevé del día fue un par de pies hinchados, una riquísima comida (¡Ensalada de surimi!) y trabajarle duro, pues. Enhorabueno el sábado de gloria, en donde fui, vi y vencí. Hell Yeah!
2.- Por otra parte, al regresar del trabajo mi tía nos pidió a mi hermano y a mi acompañarle a misa, idea que me parecía terrible, de sólo pensar que después de muchas horas parada todavía tendría que ir a pararme a la iglesia. Pero bueno, llegué a casa, cené y me fui a la iglesia. Estuve corto tiempo, llegamos al final y mi tía nos saludó bien. Tuve que pasar al Seven eleven que está por la casa porque necesitaba crédito (ver punto 3) y mi tía se quedó afuera, en la mano llevaba su cubetita con 'agua bendita'. Mientras esperaba en la fila, noto que se le va cayendo un poco de agua y que un policía se sale de la patrulla, le pregunta algunas cosas y al final se dicen buenas noches. "ora, ora, qué pasó" fue lo que pensé. Llego con mi tía y le pregunto qué había sucedido, y me cuenta que el policía le pidió que le echara tantita agua a la patrulla porque estaba un poco sucia o algo así. Es una anécdota bonita, porque me gusta pensar que mi tía, indirectamente, bendijo dicha patrulla y que ahora, si hay un atisbo de fe en cualquiera, tal vez a este par de policías les vaya bien en la noche. Me gustaría que así fuera, al menos para quitarme un poco de abismo del corazón, pues qué.
2.1.- A la hora de la comida en el trabajo, me salgo a fumar un cigarrillo, deleite de los burgueses. Decidí ir a acomodarme bajo la sombra de un arbolito, junto a una paloma acurrucada que tuve a bien llamarle Agustina. Así que me senté junto a Agustina, me acurruqué yo también y el viento se soltó de una manera tan delicada, que ojalá hubiera ido peinada de trenzas para que volaran al compás. Para esta escena, lo juro, el pensamiento de "Dios existe" pasó por mi cabeza. El viento movió el árbol y el sol me deslumbró un poco. No quiero tomar esto como una señal -que ultimamente es lo único que le pido a las cosas, una maldita señal- pero, repito, la escena me resultó tan linda (piénsalo, una paloma acurrucada, la sombra, un árbol, un cigarrillo...). Creo que esta hambre de creencia se vende al mejor postor.
3.- Me compré un nuevo cel. Fue relativamente barato y tiene lo que cualquier inútil como yo puede pedir: manda mensajes, hace llamadas. Lo que, en esencia, debería hacer un estúpido celular. Como extra, tiene wi-fi y jueguitos über divertidos y bonitos, aparte de que tiene un Theme de ChocoCat. No le pido más a la vida, oh no. Aparte, es color turquesa. Viva todo!
4.- Lo que pasa con A Nightmare Before Christmas, es que muchos le odian porque la gente la ha hecho odiable (SIC). Así, ellos en lugar de darte un debate riquísimo sobre por qué la película es mala (¿Lo es?), sólo te dicen que apesta, que es muy pose y un largo y absurdo etcétera. Algún día me gustaría escribir una serie de apologías sobre cosas que la gente odia nomás porque no tiene otra cosa mejor que hacer. Por el momento, me quiero centrar en este punto: camino a no sé donde, el shuffle de mi iPod me dio esta canción:
Y me llegó. Así, nomás. Como que en estos días tan llenos de aburrimiento y hastío, algo dentro de mi busca algo más. Lo que sea, encontrar algo más, casi como un parteaguas en mi vida (Uno bueno, para variarle, digo). Y la letra:
Oh, somewhere deep inside of these bones
An emptiness began to grow
There's something out there, far from my home
A longing that I've never known
Es muy bonita. Es un lamento, sí. Hay algo allá afuera, algo que he esperado. Y también tiraría mi corona, con todos mis talentos en ella, si se me diera la oportunidad de conocer eso. Creo que sí. Y un día, pues, llegará la navidad y yo la llenaré de detalles oscuros. La naturaleza, pues.
4.- Y una bonita versión de All American Rejects!
5.- Que empiecen los días calmado. Que la voluntad regrese y el Thauma también, que ya es hora.
All American Rejects - Jack's Lament
Acompáñelo con su Sufrimiento. Aquí sí le entendemos, de veras, de veritas.
sábado, abril 23, 2011
lunes, abril 18, 2011
Cuentan que en Oaxaca, se toma el Mezcal con café
1.- Siguen los meses aburridísimos. Si tuviera que usar una imagen, diría que siento como si mi cuerpo hubiera sido sumergido en un líquido viscoso, pesado y de color negro, el cual no me puedo quitar con agua ni con nada. Entonces, voy por la vida caminando con esta modorra, dejando un rastro negro viscoso que la gente tiene a bien evadir (lo cual, por supuesto, está bien). No lo sé, a veces esta vida puede ser tan aburrida. Es lo malo, no sé. Sin embargo, lo bueno de esto es que duermo muchísimo, no me estreso tanto y si el nivel de preocupación empieza a incrementar, mi video integrado de Relax-O-Vision se enciende y el mundo desaparece. Es muy preparatoriano esto, claro, pero jamás presumí ser una mujer de negocios que aguanta vara. Algo en mi cerebro hizo corto circuito y por lo mientras tengo un letrero de "Will be Back Shortly". Quién diría, pues, que ese capítulo de Dexter el que siempre hablo (el del mental breakdown), iba a llegar a ser verdad. Ay no.
2.- Aún con el aburrimiento, tengo un buen de proyectos en puerta, todos ellos me emocionan de cierta manera. Decía en una sesión que igual y regresa esa Elsita-La-Lechera, llena de ilusiones y que al final se me va a caer el cántaro lleno de lecho al piso y que ya lo único que podré hacer será recoger el envase y ponerme a berrear hasta que se me dé la gana regresar con la misma vaca, ordeñarla y emprender otra vez el camino con las ilusiones pendiendo de mis hombros. Pero saben qué, malditos joputas, pues al menos sigo en el camino, fuck yeah. Al menos uno de mis proyectos -el de titularme- es el que más esperanza me da, porque después de obtener el título tengo muchos más planes y ya no puedo esperar. Por los demás: Dios proveerá, dicen. Dicen.
3.- La voluntad y la disciplina se me van poco a poco. Asco.
4.- "My body... officially hates me" o de cómo Morgan Spurlock hizo algo en este mundo.
5.- Pronto: más cosas. Tal vez deba considerar mi regreso al mundo del café. Pero ya ni eso, man.
Lila downs - La Cumbia del mole
2.- Aún con el aburrimiento, tengo un buen de proyectos en puerta, todos ellos me emocionan de cierta manera. Decía en una sesión que igual y regresa esa Elsita-La-Lechera, llena de ilusiones y que al final se me va a caer el cántaro lleno de lecho al piso y que ya lo único que podré hacer será recoger el envase y ponerme a berrear hasta que se me dé la gana regresar con la misma vaca, ordeñarla y emprender otra vez el camino con las ilusiones pendiendo de mis hombros. Pero saben qué, malditos joputas, pues al menos sigo en el camino, fuck yeah. Al menos uno de mis proyectos -el de titularme- es el que más esperanza me da, porque después de obtener el título tengo muchos más planes y ya no puedo esperar. Por los demás: Dios proveerá, dicen. Dicen.
3.- La voluntad y la disciplina se me van poco a poco. Asco.
4.- "My body... officially hates me" o de cómo Morgan Spurlock hizo algo en este mundo.
5.- Pronto: más cosas. Tal vez deba considerar mi regreso al mundo del café. Pero ya ni eso, man.
Lila downs - La Cumbia del mole
domingo, abril 03, 2011
Never Tear us Apart
1.- Hace poco fui a una de esas capacitaciones de primeros auxilios y a veces me malviaja un poco todo eso de cómo salvar una vida y, de hecho, estar calificado para eso. Claro que no me malviaja el hacerlo -que ahora lo digo porque no me he visto en la necesidad de (aparte de que el curso se lleva durante el transcurso varios meses)- sino esta posibilidad de vivir algo como un desastre tan grande como para tener que aplicarlo. Sí, pues, es tenerle miedo a algo que puede ocurrir en cualquier momento, pero así pasa con esas cosas, que es el equivalente a tenerle un poco de miedo a la muerte (que también). Etiquetar gente para ver cuál es su estado, Maniobra Heimlich, tomar presión, signos vitales... Te hace pensar muchas cosas. La posibilidad de estar expuesto, no sé. Al mismo tiempo me alegra tomar este curso -al que espero seguir asistiendo, ya sabes- porque al menos en esa sociedad puedo tener una utilidad. Digo, igual cuando sea necesario -que espero no pase o que no sea pronto- no sé cuál será mi reacción, pero saber ese tipo de cosas no es un consuelo muy grande, pero tener el background ya es algo. Algo, quiero pensar. Lo que sea.
2.- Hace rato fui a comer con una amiga y estuvimos platicando un poco sobre lo que dije en el punto. Y de entre la plática, claro que hablamos de las noticias y del nivel gráfico que manejan, la mayoría de las veces, bastante cruel. Por ejemplo, me sorprendió lo cuasi perfecta que resulta mi memoria sobre lo del 11 de septiembre. Lo recuerdo, en serio, como si hubiera sido la semana pasada. Ese día, en primer lugar, iba a ser mi primer clase de violoncello, por lo que, de por si, sentimentalmente ya tenía mucho valor ese día para mi. En la secundaria el maestro de informática entró al salón para informarnos de lo que había pasado, aunque realmente nosotros, muchachillos medio estúpidos, no prestamos mucha atención. Cuando llegué a casa me sorprendió el hecho de ver a toda mi familia reunida, cuando lo común era ver sólo a mi tía y a mi hermano para comer juntos. Mi mamá me platicó que habían cancelado el día de trabajo al igual que el de mi papá (mi amiga me dijo que, ella recuerda, en la zona de trabajo de su familia también habían cerrado por una posible devaluación o algo así) y por eso todos habían regresado a sus respectivos hogares. Ese día mi mamá había hecho tacos de hígado con guacamole (más para recordar, yeah) y hasta eso recuerdo que no estaban tan mal. Mirábamos atentos las noticias y tengo muy grabadas esas escenas en la cabeza el caer de las torres una y otra y otra y otra vez, ad nauseam. El chocar de los aviones y, por Dios, la gente tirándose de los edificos. ¿En qué pensaban al pasar esas escenas? A la hora de la comida yo veía gente desesperada caer de los edificios. Mi mamá me había preguntado si estaba segura de querer ir a mi clase y mi respuesta fue un gran sí. ¿Cómo negarme? Eso no podía interferir con lo que sería un antes y un después en mi vida, ya no podía posponerlo más. En fin, que fui a mi clase, conocí al profesor que sería una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Regresé a casa, puse Mtv y claro que las noticias seguían, Mtv no pasó nada más que eso. Tenía 14 años y toda la vida estaba pasando enfrente de mi.
2.1.- ¿Me explico? Esas cosas te forjan. Cuando pienso en la desesperación, esas escenas me pasan por la cabeza. ¿Qué otra cosa podría ser?
3.- En otros asuntos menos viscerales pero sí más sentimentaloides, hoy vi el final de la serie Medium. Es una buena serie, sí, pero no creo que uno deba comprarse todas las temporadas. En fin, que el final se me hizo hermoso, demasiado. Dentro de un tema tan delicado como lo es la muerte, creo que como el fin de una serie televisiva logró tocar un nervio que yo creía muerto y medio me apachiché un poco. Todos los traumas se quedan y claro que se expanden en la cabeza. Toman control de todo, algo como una metástasis. Insisto, como ese cuento de "Quisiera llegar pronto a casa" de Philip K. Dick. Todos esos recuerdos que quieres borrar, por lo común son los que más te contaminan, son tan palpables como un dolor culminante. Y uno es tan débil. Si se saben las premisas generales del programa, no es necesario ver toda la serie, pero el final, oh, vale muchísimo la pena.
3.1.- Hell Yeah!
4.- Pensar tanto en la muerte. No. Mejor cosas buenas: QUe ya sea marzo y empezar a titularme. Yeah.
The Cardigans - Step On Me
2.- Hace rato fui a comer con una amiga y estuvimos platicando un poco sobre lo que dije en el punto. Y de entre la plática, claro que hablamos de las noticias y del nivel gráfico que manejan, la mayoría de las veces, bastante cruel. Por ejemplo, me sorprendió lo cuasi perfecta que resulta mi memoria sobre lo del 11 de septiembre. Lo recuerdo, en serio, como si hubiera sido la semana pasada. Ese día, en primer lugar, iba a ser mi primer clase de violoncello, por lo que, de por si, sentimentalmente ya tenía mucho valor ese día para mi. En la secundaria el maestro de informática entró al salón para informarnos de lo que había pasado, aunque realmente nosotros, muchachillos medio estúpidos, no prestamos mucha atención. Cuando llegué a casa me sorprendió el hecho de ver a toda mi familia reunida, cuando lo común era ver sólo a mi tía y a mi hermano para comer juntos. Mi mamá me platicó que habían cancelado el día de trabajo al igual que el de mi papá (mi amiga me dijo que, ella recuerda, en la zona de trabajo de su familia también habían cerrado por una posible devaluación o algo así) y por eso todos habían regresado a sus respectivos hogares. Ese día mi mamá había hecho tacos de hígado con guacamole (más para recordar, yeah) y hasta eso recuerdo que no estaban tan mal. Mirábamos atentos las noticias y tengo muy grabadas esas escenas en la cabeza el caer de las torres una y otra y otra y otra vez, ad nauseam. El chocar de los aviones y, por Dios, la gente tirándose de los edificos. ¿En qué pensaban al pasar esas escenas? A la hora de la comida yo veía gente desesperada caer de los edificios. Mi mamá me había preguntado si estaba segura de querer ir a mi clase y mi respuesta fue un gran sí. ¿Cómo negarme? Eso no podía interferir con lo que sería un antes y un después en mi vida, ya no podía posponerlo más. En fin, que fui a mi clase, conocí al profesor que sería una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Regresé a casa, puse Mtv y claro que las noticias seguían, Mtv no pasó nada más que eso. Tenía 14 años y toda la vida estaba pasando enfrente de mi.
2.1.- ¿Me explico? Esas cosas te forjan. Cuando pienso en la desesperación, esas escenas me pasan por la cabeza. ¿Qué otra cosa podría ser?
3.- En otros asuntos menos viscerales pero sí más sentimentaloides, hoy vi el final de la serie Medium. Es una buena serie, sí, pero no creo que uno deba comprarse todas las temporadas. En fin, que el final se me hizo hermoso, demasiado. Dentro de un tema tan delicado como lo es la muerte, creo que como el fin de una serie televisiva logró tocar un nervio que yo creía muerto y medio me apachiché un poco. Todos los traumas se quedan y claro que se expanden en la cabeza. Toman control de todo, algo como una metástasis. Insisto, como ese cuento de "Quisiera llegar pronto a casa" de Philip K. Dick. Todos esos recuerdos que quieres borrar, por lo común son los que más te contaminan, son tan palpables como un dolor culminante. Y uno es tan débil. Si se saben las premisas generales del programa, no es necesario ver toda la serie, pero el final, oh, vale muchísimo la pena.
3.1.- Hell Yeah!
4.- Pensar tanto en la muerte. No. Mejor cosas buenas: QUe ya sea marzo y empezar a titularme. Yeah.
The Cardigans - Step On Me
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