domingo, abril 03, 2011

Never Tear us Apart

1.- Hace poco fui a una de esas capacitaciones de primeros auxilios y a veces me malviaja un poco todo eso de cómo salvar una vida y, de hecho, estar calificado para eso. Claro que no me malviaja el hacerlo -que ahora lo digo porque no me he visto en la necesidad de (aparte de que el curso se lleva durante el transcurso varios meses)- sino esta posibilidad de vivir algo como un desastre tan grande como para tener que aplicarlo. Sí, pues, es tenerle miedo a algo que puede ocurrir en cualquier momento, pero así pasa con esas cosas, que es el equivalente a tenerle un poco de miedo a la muerte (que también). Etiquetar gente para ver cuál es su estado, Maniobra Heimlich, tomar presión, signos vitales... Te hace pensar muchas cosas. La posibilidad de estar expuesto, no sé. Al mismo tiempo me alegra tomar este curso -al que espero seguir asistiendo, ya sabes- porque al menos en esa sociedad puedo tener una utilidad. Digo, igual cuando sea necesario -que espero no pase o que no sea pronto- no sé cuál será mi reacción, pero saber ese tipo de cosas no es un consuelo muy grande, pero tener el background ya es algo. Algo, quiero pensar. Lo que sea.

2.- Hace rato fui a comer con una amiga y estuvimos platicando un poco sobre lo que dije en el punto. Y de entre la plática, claro que hablamos de las noticias y del nivel gráfico que manejan, la mayoría de las veces, bastante cruel. Por ejemplo, me sorprendió lo cuasi perfecta que resulta mi memoria sobre lo del 11 de septiembre. Lo recuerdo, en serio, como si hubiera sido la semana pasada. Ese día, en primer lugar, iba a ser mi primer clase de violoncello, por lo que, de por si, sentimentalmente ya tenía mucho valor ese día para mi. En la secundaria el maestro de informática entró al salón para informarnos de lo que había pasado, aunque realmente nosotros, muchachillos medio estúpidos, no prestamos mucha atención. Cuando llegué a casa me sorprendió el hecho de ver a toda mi familia reunida, cuando lo común era ver sólo a mi tía y a mi hermano para comer juntos. Mi mamá me platicó que habían cancelado el día de trabajo al igual que el de mi papá (mi amiga me dijo que, ella recuerda, en la zona de trabajo de su familia también habían cerrado por una posible devaluación o algo así) y por eso todos habían regresado a sus respectivos hogares. Ese día mi mamá había hecho tacos de hígado con guacamole (más para recordar, yeah) y hasta eso recuerdo que no estaban tan mal. Mirábamos atentos las noticias y tengo muy grabadas esas escenas en la cabeza el caer de las torres una y otra y otra y otra vez, ad nauseam. El chocar de los aviones y, por Dios, la gente tirándose de los edificos. ¿En qué pensaban al pasar esas escenas? A la hora de la comida yo veía gente desesperada caer de los edificios. Mi mamá me había preguntado si estaba segura de querer ir a mi clase y mi respuesta fue un gran . ¿Cómo negarme? Eso no podía interferir con lo que sería un antes y un después en mi vida, ya no podía posponerlo más. En fin, que fui a mi clase, conocí al profesor que sería una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Regresé a casa, puse Mtv y claro que las noticias seguían, Mtv no pasó nada más que eso. Tenía 14 años y toda la vida estaba pasando enfrente de mi.

2.1.- ¿Me explico? Esas cosas te forjan. Cuando pienso en la desesperación, esas escenas me pasan por la cabeza. ¿Qué otra cosa podría ser?

3.- En otros asuntos menos viscerales pero sí más sentimentaloides, hoy vi el final de la serie Medium. Es una buena serie, sí, pero no creo que uno deba comprarse todas las temporadas. En fin, que el final se me hizo hermoso, demasiado. Dentro de un tema tan delicado como lo es la muerte, creo que como el fin de una serie televisiva logró tocar un nervio que yo creía muerto y medio me apachiché un poco. Todos los traumas se quedan y claro que se expanden en la cabeza. Toman control de todo, algo como una metástasis. Insisto, como ese cuento de "Quisiera llegar pronto a casa" de Philip K. Dick. Todos esos recuerdos que quieres borrar, por lo común son los que más te contaminan, son tan palpables como un dolor culminante. Y uno es tan débil. Si se saben las premisas generales del programa, no es necesario ver toda la serie, pero el final, oh, vale muchísimo la pena.

3.1.- Hell Yeah!



4.- Pensar tanto en la muerte. No. Mejor cosas buenas: QUe ya sea marzo y empezar a titularme. Yeah.

The Cardigans - Step On Me

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