viernes, agosto 15, 2008

Naproxeno Sódico



La verdad es que, por mucho que me guste, jamás voy a entender a la televisión. Después de ver mucha programación basura y de llegar a la conclusión de que "el escándalo vende" y ser fan enorme del programa "America's most smartest model", no puedo creer que no haya ganado el soviet del cual hablé anteriormente. Si ustedes buscaban un personaje con los elementos de ridículo, absurdo, guapo, elegante y divertido, todo lo tenía él. Es decir, se denominaba "ruso" y no sabía hablarlo (got irony?). Cuando se ponía nervioso, decía cosas como que "lo negro y lo judío eran problemas que se podían resolver" (jajaja, priceless). Pero no, ganó una rata horrible, simplemente porque era una "estrella descubierta". Prt, my ass. Andre debió ganar. From soviet, with love.

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El otro día, mientras platicaba con monsier Bob, mencionábamos aquel hecho de la gente que dice que, casi, su primera palabra fue "Aristóteles". Algo que he de mencionar aquí, es que mi primer libro fue El Principito. Lo lei porque tenía dibujitos y porque fue una de las primeras veces -donde yo ya podía hacer uso de la memoria- que íbamos a Guerrero, al pueblo de mi señora madre. El libro era viejo, era de una amiga. Anteriormente había leido algo de Juan Rulfo para la primaria, El Llano en Llamas, pero la verdad es que jamás logró captar mi atención, dando la razón a mi maestra Conchita (L) de que el nivel de educación es equivalente al nivel de interés, y la cosa es que en mi primaria todo apestaba y lo único que me enseñaron fue a odiar discretamente. Pero bueno, decía, mi primer libro fue El principito y realmente me resultó muy agradable, un libro muy bonito para degustar. En la primaria, al tener los libros de texto gratuito (¿Aún existen?) recuerdo que el de cuentitos era el picudo para acercarnos a la lectura. Había uno de español que lo había dibujado Trino, una pena que ya no lo tenga. Pero bueno, la cosa es que ahora que voy en universidad, me doy cuenta de que, aparte de ya no necesitar dibujitos en las lecturas para mi atención (pero aún así los leo, como el libro del pingüinito en el FCE que algún día compraré), a pesar de que yo no sea de las que levanta la mano, hace trabajos de 50 hojas y cosas que por lo común hace un "estudiante de filosofía ""bueno""", pues, puedo jactarme de al menos saber leer bien, saber saborear y, sobretodo, saber distinguir qué me gusta y qué no de la lectura. No entiendo a las personas que dicen leer "Ser y tiempo" en una semana. Oza, igual y sí, pero no entiendo cómo leer tan rápido te permite disfrutar de una lectura BIEN. Es como besar, pero hoy en día la gente va tan llena de emergencia, que no te permiten besar sensatamente. No digamos tomar de la mano.

Pero bueno, decía todo esto, porque también me pasa con la música, la televisión, etc. Me gusta saber que la crítica ajena sobre las cosas que disfruto (Más que nada, cómo lo hago [Véase: el tiempo que tardo con los libros, escuchar esto, etc.]), realmente ya no me afecta tanto y, hasta cierto punto, creo que lo dejé en la etapa anal freudiana.

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El miércoles tomé vino. Preparé este post y jamás lo publiqué. Cabe resaltar que durante el proceso de amodorramiento, me agarró un estado donde yo misma me consideré insuficiente. Soy Elsa y jamás voy a tener autoestima. He aquí el post que nunca publiqué:

*Aquí empieza*

Bueno, el día de hoy, esta noche, fui a tomar unas copas de vino con mis amigos de la université. Qué bonito es salir con ellos, siempre tan llenos de elegancia y de cosas absurdas. Estuvimos platicando sobre las tesis, cosas de semestres anteriores y bueno, esas cosas que uno suele platicar con los amigos. Fue lindo, los canapés estaban muy ricos y creo que eso es lo único que tengo que contar sobre ese acontecimiento. Mi mamá dijo que llegué bien cuadrada, lo que no sabe es que yo soy un kiliógono. Como buena mujer con voluntad -varios ya son testigos de eso- sólo dos copas de vino. Soy una buena mujer, la verdad es que ya veo al vino con otros ojos, ya menos lascivo. Creo que estoy madurando y eso no me gusta. Tengo 20 años, debería estar rayando paredes, ser grosera con mi novio, masticar chicles en clase, reprobar matemáticas. Pero la verdad es que sólo rayo mis cuadernos, Tengo estilo y sé decir las cosas bien (a los que no, ya saben), como chocolates en clases (pero el profesor es el que me regala el chocolate) y, la verdad, era yo muy buena en matemáticas (¿Seguiré siendo?).

Las clases van bien. Aquí iba a poner que todo está bien, pero tal vez es el efecto del vino, que todo lo hace ver más amable. Por eso sólo me limitaré a decir que las cosas, ahora, son más amables. El lunes no fui a la escuela, porque me fui a pasarla bomba a otro lado. Hoy me preguntó la de estética "¿Y eso? ¿Te fuiste de parranda?" y yo le dije "Fui a salvar el mundo" y me dice "¿Y? ¿Lo salvaste?" y yo le dije "Pues, estamos hablando, creo que sí". Eso no tenía nada qué ver, pero qué bien me la pasé el lunes y qué bien me cae la de estética y todo es más amable. Pero ya, no diré más, porque ya no vale la pena y porque luego todo lo que digas será usado en contra de ti y de los demás (lo sé, patetiquísimo).

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Esto que lees, no son letras, no son dibujos: son conceptos.

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El arte de que te guste la gente que no te debería gustar.

*Aquí acaba*

Lo pongo porque pues, de hecho iba a salir ese día, pero creo que me dormí antes de manejarle bien el post. La verdad es que cuando uno habla demás, sabe que hay ciertas cosas que no valen la pena escribir sobre. Otra gran verdad, es que hoy, viernes, volví a tomar un poco de vino, pero esta vez me duele un poco la cabeza, porque las clases estuvieron pesadas y durante la comida se hablaron de cosas que, si bien, pueden considerarse incómodas. En fin, ya pasó, lo mejor sería ir a leer. Por fin terminé con Proust. Librazo, te digo. Sus mejores textos, aquellos donde se centraba
en el malviaje, porque, efectivamente, así funcionamos todos. Creo.

Iba a escribir más, pero en serio me duele la cabeza, me parece más prudente ir a la cama e intentar dormir un poco, mañana será un día pesado y ni hablar del martes, que hay posibilidad de que vaya a un paseo con los de nuevo ingreso y regrese yo, como hace tres años: con fiebre, insolación y, tal vez, una sonrisa.

Por mientras, otra visita de Dios.

Un día que Dios me vio esperando y quiso acompañarme


Britney Spears - (Hit me baby) One more time

9 comentarios:

Anónimo dijo...

...mencionábamos aquel hecho de la gente que dice que, casi, su primera palabra fue "Aristóteles"

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

Ay Dios..., esto acabó con mi estómago e hizo mi día.

  dijo...

Yo no recuerdo cuál fue el primer libro que leí -no sé por qué, pero recordando...me da terror decir La Biblia- pero recuerdo que el primer libro que degusté, que leí a voluntad, que escogí, que encontré por causalidades de la vida o casuales, que me atreví a exponer a pesar de las miradas lujuriosas de los hormonales compañeros de salón, y creo, que merece tener el nombramiento de -ser- PRIMER~ libro fue El amante de Lady Chatterley, de D. Lawrence. Encantador.

Y pues sí, a mí gusta su estilo de escribir, mademoiselle Elsa~

(: Au revoir.

( I_I ) dijo...

Mi primera palabra fue "cáncer servico uterino

Unknown dijo...

Puta, el principito, lo leí como hasta los 10 años y no me gustó tanto en ese momento (era parte de la primaria, de todas formas) Lástima que Trino dejó de dibujar para la SEP, ese cuante es la pura onda con sus marcianos.

Salud!

Bob dijo...

Mi primer libro fue "El Maravilloso viaje de Nico Huehuetl a través de México" que era, básicamente, una regionalización de El Maravilloso viaje de Nils Holgersson de Laggerlof. Dios, yo era retrasado mental, me lo regalaron en mi cumpleaños 11 y lo acabé como un mes antes de cumplir los doce. Tu primer libro a los once, en un año, un libro chiquito. Siento que todas las etapas me llegan tarde, muchos de mis amigos, por ejemplo, declaran ya no leer (hay un dejo de soberbia y otro de superiodidad moral que no les entiendo, en serio, y mira que yo le voy al ámerica y siempre apoyo las causas a la baja)...

Esos libros ilustrados por Trino (que hoy me caga, no así Jis) eran la onda. Yo decidí usar los dibujos de los míos recortándolos para forrar una libretita en la que comencé a escribir historias ridículas. Mi maestra de Biología de primer año de secu me la cachó en clase y me hizo pensar que escribir historias ridículas estaba mal, sudé y no pasó nada a fin de cuentas, salvo otra de esas lecciones de vida que te da la escuel. Lección: después de cierta edad estás bien muerto, pero sigues trabajando y comiendo.

Orita leo a Coupland (info de él te dejé en tu hi5) y después vendrá Coetzee. A mí ya nomás me queda eso y el América.




Muack!!!!!!!!, Elso!!!!!!!!!!

La vida de los otros dijo...

¿Trino Maldonado también dibuja? Qué talento de muchacho, jajaja (chiste local).

La vida de los otros dijo...

¿Trino Maldonado también dibuja? Qué talento de muchacho, jajaja (chiste local).

La vida de los otros dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Que estiloso tu blops. I like that!