martes, mayo 06, 2008

Post en el que la autora abusa un poco del bloque privado de su vida y lo adapta al bloque público.

Siempre que uno quiere escribir algo sobre su vida, sobretodo en un pinche blog, se da cuenta de que hay que pasar las cosas por un filtro. Ya sabes, uno nunca sabe qué clase de stalkers lee el blog, qué clase de enemigo en potencia te lee, qué tan desagradable resulte un blog con una esfera vivencial muy abierta (a mi me dan como cosa esos blogs que reseñan hasta el último detalle [vamos, que sí es desagradable]) y bueno, más cosas que tienen que ver con el exterior. Pero una de las consecuencias de poner cosas muy personales es lo que el autor piensa después de leerle. Leo el archivo del blog que borré y me doy cuenta de lo mucho que ha cambiado mi manera de escribir las cosas.

Recuerdo que en la revista Letras Libres del mes pasado, pusieron pedazos de los diarios de Salvador Elizondo y él, en una miniautobiografía escribió al final [parafraseando]: "Se suicidó en Paris en 1969". Luego vas, lees su biografía real y ves que murió en el 2006 y concluyes diciendo "Mierda, qué jodidamente triste debe ser eso". Y pues sí, pobre wey, pero más porque en su diario, publicado en una revista que varios pretenciosos leemos, se hizo de una esfera vivencial ajena algo público y te dices "Qué triste". Por eso en los diarios (Wittgenstein, Cioran, etc.) Me perturba leer las cosas personales que dejan los editores. A veces siento que es algo que no debo leer, pensando qué haría Wittgenstein si leyera mi diario personal (que igual y lo tira a la basura, pero creo que se entiende que el punto al que quiero llegar es el respeto [y auto-respeto] por el bloque privado de estas cosas).

Hace unos días, ya lo había dicho, tuve la oportunidad de ir a ver a KoRn y a los Smashing Pumpkins (o, citando al dude de My Chemical Romance: The Smashing fucking Pumpkins) y recordé todas esas cosas que suelo citar de cuando iba en la secundaria. Ya sabes, segundo de secundaria, nos sentábamos hasta atrás del salón (nota: yo no puedo sentarme adelante en los salones. Es una manía muy idiota, pero hoy en día no soporto la idea de sentarme hasta delante. Tengo muchas manías idiotas, no se preocupen). En fin, recuerdo en esos días leer la letra de las canciones de grupos como KoRn, Smashing Pumpkings, Radiohead, Save Ferris, System Of A Down y demás cosas lindas. Nunca había ido a un concierto de KoRn, porque dejé de escucharlos y creí que eso era signo de que ya no me gustaban. Después de una mudanza re-descubrí el issues y me di cuenta de lo errada que estaba. Fue horrible. Pero debo admitir que verlos esta última vez fue muy bonito. Recuerdo que en la secundaria era yo mucho muy desmadrosa (nótese el mucho muy). Siempre me metía a las famosas "bolitas" y rompía cosas. Aprendí a fumar en los XV años de una amiga (naquísima la fiesta, ya sabes) y en la fiesta de una amiga, que su mamá era mi doctora-psicóloga, descubrí los efectos del tequila barato. Era yo una chica muy desmadrosa. En primero de secundaria me gustaba un wey que se llama Oscar Nava y hace algunos años una amiga me dijo que lo vio con carreola en mano. Weird. En segundo de secundaria conocí a alguien que me referiré por la inicial de R., que no tuvo mucha importancia en mi vida, pero bueno.

R. era un wey bien alivianado. Lo conocí muy poco y lo importante era que él sabía que yo moría por él y aún así nos llevábamos pocamadre. Él le hacía a eso del graffitti y aprendí unas pocas cosas sobre ese desmadre. También por mi amigo Paulino, a quien también quise muchísimo, pero las drogas y el rock and roll nos fueron separando cuando salimos de la secundaria. Decía, R. me enseñó el uso de la crayola, la piedra en el vidrio y me dio una hojita toda rayoneada con mi "placa". Era Luto. Yo luego tomaba el plumón Pilot y pintaba "Luto". Yo moría por R. y él se dedicaba a pintar y también tenía novias por montón. Recuerdo a una de ellas, que se dedicaba a hacerme la vida imposible, pero aplicaba su faceta hipócrita cuando tenía ganas. Supongo que yo, muchacha ingenua, era un buen blanco para que me molestaran. Vamos, era gorda, no sabía peinarme y usaba sudadera de esas de jerga, porque también se puso de moda irle al subcomandante y al Che Guevara. En esos tiempos me gustaba mucho leer ese desmadre, pero jamás pasó de ser algo histórico para mi. Recuerdo que la más ñoñis de mi salón, un día que fui peinada como el che, me dijo "¿Y al menos sabes lo que hizo?" y yo, orgullosa, le dije que sí y sin necesidad de presumirlo. Nos llevábamos bien, pero ahí sentí el sabor de la soberbia, que me gusta, pero debo moderarlo, porque con una madre jefa workaholic, me he dado cuenta de que me puede salir la tiranía femenina amorosa y hacer de todo una gran tormenta en un vaso tequilero.

Bueno, era gorda y no sabía peinarme. Hoy en día ya no estoy tan gorda, tengo una lonja simpática que con un poco de voluntad y ejercicio se convertiría en músculo, pero no hay tiempo y disfruto de mi inmadurez en esos business de la voluntad. Lo que me da miedo es que se empieza a tornar panza alcohólica, por eso ya le bajaré un poco a la bebida (excepto si son cocktails... o vino). Hoy en día mucha gente que me conoció en mi etapa gorda y que me ven ahora dicen lo mucho que he cambiado físicamente, pero que por dentro sigo siendo esa joven que avienta bancas e incendia cosas. No lo sé, hace un par de años que di el gatazo. Hay ciertas personas que quisiera ver ahora, para que sepan que muchas cosas las hice sin pensar claramente y que fueron por el heat of the moment. Y para que vean que ya no estoy gorda, pero fea sí, tal vez (aunque eso es un asunto más del ego, me vale madres, soy mujer y me pueden importar estas estupideces). Saludos a ellos, a todos ellos. En fin, también era desmadrosa y, en primero de secundaria, sí le daba duro y tupido a las calificaciones (En TODO tenía diez, TODO). Pero luego conocí el rock en segundo de secundaria, hice concha y bajé a ocho. Ay, qué idiota (aunque, a estas alturas,descubro que un número en una calificación es una mierda, es un standard muy imbécil para calificar a la gente). Pero vamos, nada pasó más que un par de notas rojas en conducta, por las que mi mamá lloraba y decía que me iba a hacer pandillera (lo dramático y el malviaje también es del lado maternal). En tercero de secundaria supe que esa etapa de mi vida ya se iba al carajo. Para mí, el hecho de que hicieran los salones más pequeños, los pintaran de un verde horrible y que cambiaran al director de la escuela hizo entrar a la misma institución en una decandencia horrible. Pero, fue el mismo año en que entré a música y descubrí un mundo diferente. Mi vida me gusta dividirla en antes del cello y después del cello. La música se convirtió para mi en una esfera vivencial cabronamente importante. Me gustaba mucho coro, pero no era muy chicha para solfeo, me fallaba mucho. Pero la clase de instrumento era mi favorita. Mi profesor era lo mejor de todo este mundo y con él aprendí muchísimas cosas. Aprendí a ver el lado bello, pero realmente BELLO, de un instrumento. "Mira, te tienes que sentar así", "tómalo así", "el arco va así". Tocar nota por nota y también te dabas cuenta de la fuerza que adquiría tu mano mientras ensayabas. La primera clase recuerdo que no podía tocar mucho tiempo porque mi mano derecha se debilitaba horriblemente y caía. El profesor me dijo que era normal. Tiempo después, más o menos al año, ya podía yo jugar con la intensidad del sonido (piano-forte) y, lo mejor, el vibratto. El vibratto a mi se me figuraba como algo que sólo podían Casals y Carlos Prieto jaja, pero un día el profesor me dijo que era hora de aplicarlo, porque iba a tocar una sonatina de Benedetto Marcello y que era justo y necesario. En cuatro tiempos, tocar una nota y mover el dedo formando otros cuatro tiempos en la nota. Iu-iu-iu-iu. Y todo era magia. Yo creo que mi profesor no entendía mis sentimientos, pero en esos momentos yo me sentía grande, omnipotente: sentía que el mundo era mío, por aprender un pinche vibratto. Fuera de lo musical, también conocí a muchas grandes personas, como mi amigo Alfredo que luego me encuentro por ahí por patriotismo, siempre me ve con la misma compañía. Otro wey que me gustaba, que tocaba guitarra pero era muy serio, muy ñoño. También se enteró de que me gustaba pero para cuando se enteró yo me di cuenta de que era un capricho y lo dejé por la paz. Jaja.

Decía (me gusta mucho desviarme del tema), la secundaria se iba al carajo y yo también. Mis mejores amigas tuvieron una pelea, de esas harto imbéciles (ay, pero si ella le habla a fulana, yo no le hablo a nadie) y cosas así. Mis profesores ya también se hartaban de la misma institución y buscaban cómo huir. Hoy en día me dan muchas ganas de ir y ver quiénes siguen ahí. A quienes tengo muchas ganas de ver es a mi profesor de matemáticas, Heriberto, que siempre tuvo mucha fe en mí y me pregunto si ahorita cumplo con las expectativas que él tenía de mí. También a los de español, el primero que era bien acá, como decirlo... femme fatale y la otra profesora también tenía la loquera andando, yo los adoraba, pero me llevaba mejor con el primero. Sin embargo, mientras vas creciendo, y esto es lo horrible de vivir, te das cuenta de que lo que extrañas jamás regresará y, si lo hace, es de una manera muy diferente. Yo extraño mucho las matemáticas, demasiado. Extraño las fórmulas, las operaciones, las gráficas, el compás. En mi loquera me da por pensar en el tatuaje ficticio que me haré, Spira Mirabilis, pero esto es sólo una idea que probablemente nunca se lleve a cabo. Pero, las matemáticas regresan en forma de orden, en forma de lógica, al menos hasta que regrese al camino de las matemáticas formales, ya no es aprender las fórmulas, ahora es incógnitas, orden. Y, bueno, fuera de las cosas académicas, extrañas el olor de la madrugada cuando ibas camino a la prepa, la falda de la prepa, tan cómoda la falda tableada. Mientras que todas las chicas chillaban porque no podían sentarse bien, la falda tableada y medio larga te permitía sentarte muy bien, doblar las piernas, como si trajeras pantalón.

Argh, cómo me desvío del tema. A lo que iba: actualmente me pregunto si lo que sientes en cierto momento de tu vida, lo volverás a sentir. Algo que puedo decir sin temor a equivocarme es que la gente (véase: un chico) ya no te gusta como en secundaria, por eso hable de R., no crean que se me olvidó. Ya sabes, nervios en el estómago y cierta inocencia / ingenuidad cada vez que pasaba y te escondías, admirando el gusto, no teniéndolo. Ahora el gusto hacia alguien es una cosa que no logro entender, es más complejo. El coqueteo. Cuando se pierde el coqueteo, se pierde casi todo, dude. O cuando ya está todo perdido, qué más da: Cuando están jugando con tus sentimientos, cuando no sabes qué hacer, cuando te da igual. Todo tiene cierto aire de tristeza y de absurdo, por eso es más difícil.

Quien sabe, probablemente lo que vives actualmente es una causa de felicidad pura o, en todo caso, un atisbo del mismísimo infierno. Pero no puedes decir algo que arregle o que haga cambiar en lo más mínimo las cosas, de lo cual concluyes que puedes llegar a ser una persona mucho muy estúpida (reitero: nótese el "mucho muy"), si no sabes si quedarte o irte. Yo creo que soy una persona mucho muy estúpida en cualquier posibilidad espacio tiempo. En cuanto a relaciones sentimentales, creo que son como las dos líneas que se unen en el punto situado en infinito. Just for the Record, no me arrepiento, en verdad. Ves las cosas más claras. Been there, Done That.
Buscas entre tus libros y ves el regalo que jamás diste en aquél cumpleaños, porque luego surgió algo que después hizo que todo se derrumbara. También me pregunto qué hago aquí y mírame, escribiendo sobre cosas que son y no son al mismo tiempo.

Red wine and sleeping pills help me get back to your arms / cheap sex and sad films help me get where I belong.

Extrañas la amistad de aquél chico que nunca pudo ser, por culpa de cosas que se desbordaron de tus manos. Y te preguntas quién fue el más exagerado, a final de cuentas. Qué más da. Revisas tus cosas en el librero y ves los recuerdos que no puedes tirar, las fotos que guardas con mucho rencor o con mucho amor (según sea el caso). Ahora que ha pasado mucho tiempo y que me he encontrado con varias personas, pocas de ellas importantes para mí, me pregunto si es posible volver a construir un hilo de comunicación, al menos para saber cómo está el clima... pero a veces... bueno, ya sabes. Súmale que no he superado la adolescencia -emocional- pues mejor, como dice Stellastarr*, te sientas en la misma silla a esperar a ver si algo pasa; pero yo prefiero la silla de ruedas, porque tengo una posibilidad de avanzar, pensando que sigo esperando.

Recuerdos / Secundaria


Este debe ser el peor post que he escrito en TODA mi vida.

En fin. Ahí tienen post para rato, porque ya es FIN DE SEMESTRE.


Park Ave. - Invitation To A Closet



Because I'd heard the lies so many times / I'm starting to believe that they are true

13 comentarios:

diamandina dijo...

No, carajo, es grandioso. (El carajo es contra ese "peor", que me parece del peor gusto ante un post tan acá.) Me diste envidia de recuperar el pasado escribiéndolo, que es lo más cercano que tenemos a volver a tenerlo igual, y ni tan cercano, porque siempre lo reordenamos, pero es lo maravilloso del recuerdo, su posibilidad perfeccionante.

Y esa idea de la silla de ruedas anímica, no como elemento de lisiado, sino como movimiento, no tiene madre.

Yo te aplaudo, queque, clap clap.

sirako dijo...

a mí la vida me ha regresado, por épocas, al pasado, a veces es agradable, pero casi siempre simplemente no es lo más raro es que el pasado es una cosa que a pesar que forma parte de nuestra constitución, no existe.

lo bonito es cuando la gente que vuelve y sin que sepas sabe de ti y te ha visto por allí y te lee y te entiende, es banda de la que no te acordabas y que sin querer marcaste, claro que ahí van sin contar a los amigos que siempre van de la mano.

y los que no saben nada de tí pero son tus ídolos

a veces hasta los vecinos y banda bien acá que te escucha en las noches cuando vas al baño, pero eso es cosa bien aparte de la que no sé porqué me acordé.

en fin, es re lindo recordar, y no soltar el pasado porque como sea lo que anhelamos no nos descuida tanto y en todos lados vuelves a toparte con la gente que querías toparte menos con dos o tres indispensables que hacen que la búsqueda se vuelva interesante.



por cierto estuve a punto de no leer el post porque pusiste: "Me perturba leer las cosas personales que dejan los editores. A veces siento que es algo que no debo leer"; y ahora no sé si hice bien.

hay cosas que ponemos esperando que no las vea nadie no? como el final de Dancer in the dark que era la última rola del musical y ps había que salirse y eso, lo malo es que la vi al aire libre y no había como y (yo también me desvío del tema increíblemente).


abrazote.

Anónimo dijo...

Quizá un diario, una efeméride, una bitácora y un mismísimo blog siempre espera un lector. Es díficil no atravesar en la escritura de los actos una voz interna (quizá Pepe Grillo, quizá el daimon) que alega algo externo.

Uno es un mundo dentro, un mundo fuera y una mezcla de todos los mundos posibles.

El blog, el diario, la efeméride, la bitácora si han de tener algún problema será la tergiversación que varía en tanto el uno o el otro son de talantes "públicos" distintos. Para nuestro caso, el blog del que, como dices en principio, resulta extraño leer detalle a detalle una vida personal. Finalmente, en la mayoría de aspectos, somos simples retazos ¿Cómo va a ser que un sujeto plasme su íntegra existencia en un blog, en un diario siquiera?

Ahora bien, en cuanto al chismoso que los lee (llaménse diarios de Wittgestein, Alejandra Pizarnik, Ana Frank, Blog de Necrobuba, etc) es probable que sus motivos se reduzcan a que esto revela un poco más de nuestra interna humanidad. Es decir, todo lo demás, revela, sí. Pero el diario es el abismo; el abismo tergiversado pero finalmente, abismo.

Gustamos mucho de los abismos.

Y bueno, fíjate, es divertido leer tantas palabras propias de una lejana jerga. Es bonito porque parece que en las palabras, por distintas que sean, predomina el factor emocional de la expresión más que la palabra misma en tanto significado y significante.

Además, si alguien a quien pueda concedérsele el adjetivo de "buen escritor" le es concedido tal título, casi siempre será porque por mucho que diste en términos kilométricos del lugar en donde es leído, la conexión con aquella "interna humanidad" que mencionaba antes, está ímplicita en su texto. Es como esas cosas raras que lees de otros lugares del mundo y te mandan al nirvana por un ratico. Pero bien, ni hablar, con el lenguaje tenemos problemas, empero con las imagenes y con la música la universalidad es aún más concebible.

Bueno, esto era un comentario no otro post. Finalmente, los recuerdos llenan de nostalgia y la nostalgia es bonita, bien diría Kafka alguna vez: "Las cosas bonitas siempre están mezcladas con un poco de melancolía, así que no estoy triste, soy un sibarita".

Encantador pasar por acá, como siempre.

(¡Santo cielo! Espero no parecer uno de esos geeks cuarentones traficantes de jovencitas que escriben mensajes moralmente prescriptivos en blogs de desconocidos ¡maldición! no eso sería terrible.)

Saluditos,

n_n

Indio Cacama dijo...

No ¿qué te pasa? Si es muy bueno este post, es una maravilla entrever debajo de tantos detalles, que bien mirados podrían se superficiales, que en el fondo todos somos iguales.
y a propósito de gallos tuertos, ¿el Che se peinaba?

Bob dijo...

Ya leí tres libros del Bukowski y mi favorito es un diario. Me encanta la sabiduría de la libreta de bolsillo y la tarde calurosa. (¿Qué putas?), no sé, los diarios me gustan, pero cuando aparecen nombres propios y situaciones que requieren seguir el hilo, medio me pierdo y me saco de onda, lo mismo con los blogs, yo nunca uso nombres propios a menos que estos lleven links, porque seguro son bloggers y el escarnio nos lo merecemos y nos lo buscamos.

Los reencuentros son cosa rara, ayer vi a mi amor platónico de la prepa y temblé como hace tiempo no hacía, creo que antes, a mis 17, no temblaba. Seguro no sentirás lo mismo, pero es chistoso verlo todo de nuevo bajo la perspectiva de cuatro años después.
No sé, ya me perdí, elso, pero gracias por mi duende de jardín!!! Gobierna, y gobierna bien!

hell yeah, gran post, amo cuando la música cambia todo, cuando en mi guitarra dolescente sonó, con cierta semejanza, por primera vez, About a Girl, uff, es algo raro, no entiendes que lo que estás escuchando lo haces tú, dijiste been there, done that, y digo igual.

Muack!!!!

[cacto kaür] dijo...

A mi también me da miedito postear cosas muy privadas, es más, hasta cuando estoy muy enojada no posteo al respécto proque luego me van a preguntar qué pedo.El blog ahorita manejado en un inicio fue intento de ser un blog privado, el de blog.com lo sabían todos, el de blogspot decía intimidades que sólo leían los que se topaban con él por casualidad; ahora eso ya no existe y me vuleve a dar miedo confesarle cositas al blog.

Para blogs anónimos y secretos ya tengo otro y hasta en inglés nomás para disimular, y la verdad se siente bien rico decir toooooooodo lo que uno trae adentro sin temor a ser leído por un conocido.

En cuanto extrañar el pasado ahora no me pasa, digo, estraño ir en la prepa y tener tareas y examenes bien fáciles, pero nada de la vida personal, ahora soy bien feliz la verdad.

A mí sí me gustó este post Madame...

Anónimo dijo...

Queque, a mi siempre me ha dado un golpe de fascinación/reflexión tus posts. Y sí, me he sentido como si asomara a la vida de alguien que de mí no sabe nada. Por esta forma de espiar sin pretender algo malo, lo que se ha legitimizado en este mundo de blogs. Lo que sabes todos, hacen.
Por eso decidí comunicarme contigo por la otra vía microblogging y me alegró mucho que aceptaras el contacto.

Querría escribirte más. Decirte por ejemplo que al leer tu blog, pienso en cómo será mi niño, que no sé por qué veo parecido a ti... Debe ser por tu alegría.

Y me estoy poniendo emotiva, en un ultraindicador que conozco (así que aunque sé, sabes que no quiero molestarte, le pongo stop a este comment).


(No sé si querrías te linkeara en el film).
Chao hermosa Queque.

Rain.

  dijo...

Y qué co-incidencias de la vida.. yo sintiéndome tan, tan así..y visitarte fue golpearme duro, otra vez, con la pared.

Gracias, Buba.

Anónimo dijo...

Buba, dime por fa cómo cambiaste el fondo en el wordpress? no es de las plantillas prediseñadas o si?
Saludos ;)

Anónimo dijo...

Yo también me pregunto qué hago ahí, pero luego a veces uno es mmm muy imbécil o muy positiva, y quiere reaviair el poco, muy poco fuego que queda. Es como si tratarás de revivir un gatito que lleva días muerto, ya esta tieso pero ahí estás tu, tratándo de identificar cualquier señal de vida, por mínima que sea, le das electroshocks una y otra vez, esperando un movimiento, y nada.
Y si, uno a veces extraña el pasado, el maldito pasado! (que a la vez es aadorable y quisieras vivirlo de nuevo) lo feo es que efectivamente, nada es como antes y sí ciertas cosas o entes del pasado regresan, ya nada es igual, ya no es lo mismo. Llega un momento en el que te preguntas si hubiera sido mejor que permanecieran en el pasado pasado, y no en un pasado reciente y painfull. Amén. u_u

Octopus Queque dijo...

Andrómeda: Ah, esa perfección del recuerdo, es algo que siempre me sorprende. Más si es en cuestión de fotos: nada como la imágen estática para evocar recuerdos. Chin, ando bien pachiche estos días jajaja. Diamandina! :D Saludillos

Sirako: La gente regresa, no en forma de fichas, pero sí diferente. Yo sí he regresado con muchas personas en un status muy diferente. No sé si sea bueno o malo, pero sí suele ser triste :(

Anónimo: el factor curiosidad es muchas veces lo primordial del secreto. Creo que es lo que le da el caracter de importancia al secreto. Snif. Los diarios, algo tan íntimo... yo tenía un amigo que me preguntó alguna vez si no escribía como si alguna vez alguien lo fuera a leer... No sé, se me hizo rara su pregunta, pero con mucha coherencia...

-Ernesto: Mmmm cierto, bueno, no se peinaba, pero sí se acomodaba bien la melena jajajaja X)

- Bob: La música siempre suele cambiar mundos, vidas, guerras... es algo mágico. De ser sincera, el libro Movimientos del pensar (diarios) de Wittgenstein, también es de mis favoritos. Ir leyendo un progreso, ideas, imágenes, diossss qué cosa tan hermosa. Per en el blog s otro tipo de curiosidad, algo privado deseoso de ser publico, contrario al diario, creo yo... Bob, te mando un besote :D

- Mme. Atenas: Madame, yo tenía un blog secretoso y ahí me desquitaba, pero la verdad para cosas supra personales, prefiero escribir. Por ahí tengo mi pretencious Moleskine, lleno de garabatos y "odio al mundo" jajaja

- Rain: Rain! qué hono que te pasees por este blog :) Claro que me gustaria intercambiar links ;) y gracias por las flores. El microblogging es más raro en esto de la curiosidad, se preste a conocerte todavía más O_O

- {Ecce Lupzodia}: ya tenía RATOTE que no sabía de usted, señorita. Un gustazo volver a verla paseándose por acá :)

- Azeneth: Ah! Este diseño lo tomé de una página que ya no lo tiene :( No lo modifiqué yo, fue una persona que maneja a la perfección wordpress y lo adaptó para blogger :)

- Lilaradioactiva: ay, no sabes cuánto me he quedado esperando por ver señales de vida... eso sí es triste jaja

Saludos a todos :)

Anónimo dijo...

seguramente el chico ese era más exagerado. La edad esa es muy difícil. tú tranqui

Octopus Queque dijo...

Jiji, considerando que el chico del que hablo en alguna parte del post ya ni me habla, seguro no me lee y ni quiere (ni necesita) saber algo de mi, dudo que seas realmente "el chico en cuestión". Por otra parte, creo que yo tmb tuve que ver con la exageración del momento. La edad siempre es difícil, cualquiera que sea la cifra...