Estos días, por extraño que parezca, me he dado cuenta de que a la gente le gusta vivir bien intenso. Pero no lo digo de buena manera, de hecho lo digo de manera despectiva, cayendo en el asco. Es decir, quieren vivir todo muy rápido, como si demostraran que pueden tomar la vida por los cuernos, cuando la misma vida les está picando el culo. ¿Me explico? Es decir, qué caso tiene ir tan rápido, qué caso tiene no disfrutar lo que haces (si es que tanto lo quieres). No lo sé, igual y es que le tomo mucha importancia a lo que hace la gente, pero a mi me gusta tomarme el tiempo para hacer las cosas. Leer un libro, estar en una relación, convivir, todo eso que nos han vendido como vida. No es que sea yo muy paciente, tampoco que para algunas cosas yo no les de prisa, pero hay límites. Soy una chica que cree en ritos, en el lenguaje y que todavía tiene un poco de fe en lo que hace y quiere.
El otro día, camino a casa de mi mejor amiga de la universidad para escuchar su nueva tornamesa (mija rocks), estaba leyendo un librito de Banana Yoshimoto (Gracias
Idalia! está buenísimo) cuando me percaté de que frente a mi había un letrero que anunciaba una especie de "evento" (si es que a algo tan desagradable se le puede llamar así), donde convocaban a las personas a ir al zócalo el sábado a estarse besuqueando durante horas y terminar con un concierto de Vicente Fernández (lo más nauseabundo es que invitaban a toda la familia). Pero bueno, no sé si lo amargado me nace, pero en esos momentos, citando a
monsieur Bob (de que cuando uno ve una cosa de mal gusto, recuerda todas las cosas malas que le han pasado en la vida), yo recordé todo lo malo que me ha hecho morir un poco por dentro durante toda mi vida mientras veía ese letrero. Muchos que me conocen saben que no soy de esas personas que acostumbran el decir la palabra naco, pero debo admitir que casi lo decia entre labios. Pero admito que más bien fue desagradable. Vamos, no me molesta Vicente Fernández (yo respeto gustos, a mi nada más no me cae el señor, punto), pero el hecho de pervertir un acto tan íntimo como lo es un beso, para cumplir el récord Guiness, me parece un poco desagradable. Es decir, yo siempre he creído eso del espacio personal y la trasgresión que ni siquiera un beso en la boca, un beso en la mejilla (un saludo) es una especie de intromisión en el espacio físico del otro, eso lo entiendo, pero que se haga promoción, que este caso es cumplir un récord -repito- me parece demasiado desagradable y me doy cuenta de que a la gente actualmente no le gusta darse a respetar. Por eso permitimos la mala repartición de las riquezas, que hagan añicos la ciudad y que la educación se vea ausente de español e historia. No sé si he dado el punto de lo que quiero decir, pero aquí voy a dar énfasis: la perversión de un acto como lo es un beso, para ser utilidad de promoción de la ciudad de México (en este caso, el récord Guiness), me parece una cosa degradante. Por eso la poesía muere, no sólo porque la gente piense que si rima ya es el siguiente Hölderlin, sino porque se permite que perviertan este tipo de actos. Platicaba de esto con un amigo y me dice que no sólo puede ser un beso, sino también algo como lo de Spencer Tunick. Y tiene razón, claro que sí. Respeto (¿respeto?) el hecho de que personas hayan ido al zócalo y desnudarse y la vibra cósmica y sensual, pero me pregunto si esas personas, que su excusa es "tengo comodidad de andar con el cuerpo desnudo", saben que lo que hicieron fue promocionar la perversión o más bien tergiversación de la demostración de la belleza (estética) y natural (biológica) del cuerpo humano. Vamos, que una foto con muchas personas desnudas, yo, Elsa, no lo puedo considerar arte. No puedo porque, maldita sea, soy una persona que sigue creyendo en el bloque privado, la intimidad, la discreción, el lenguaje,
la intención (que es lo que pongo a debate en el post) y todas esas estupideces que importan en el juicio. Los desnudos artísticos enfatizan la belleza del cuerpo humano, no tratan de gritar "mira lo que hago por el
escándalo" que a mi sincera opinión (que no lo pongo como axioma, pero por lo recurrente de su obra creo que es así, S. Tunick lo hace por eso (además es bien recurrente, ya ni es original. Si critican a Dalí de que sus pinturas se parecen, ¿Por qué no critican a este hombre?). Ahora tenemos el problema de que si lo que hace Tunick se vio tergiversado por la gente o qué.
Y bueno, tengo amigos muy queridos que me dicen que fueron y que fue muy liberador y eso. Ok, puedo comprarte eso, pero que sea Arte por estar plasmado en una foto, es una manera de ningunear al arte, expones tu cuerpo a alguien que te ha dicho "lo que hago es arte que grita liberación y escandaliza, Apoyame". Te lo tragaste, enterito, y lo apoyaste, porque te lo disfrazaron de arte fotográfico. Imposible. Puedes decirme "pues sí, pero por otro lado yo sí estoy cómodo con mi desnudez". Bueno, personalmente, creo que algo que te haga sentir cómodo no lo haces a diestra y siniestra, como en este caso, para demostrar que estás cómodo con tu desnudez, no hay necesidad de estar desnudo en el zócalo (aunque la verdad me vale dos carajos cómo demuestras tus comodidades). En serio, no es necesario. Pero bueno, la desnudez es un acto que considero un poco más íntimo, como de confianza, casi de respeto propio (te digo, aún creo en los bloques privados) y en el arte lo considero como algo más
delicado (delicado en el sentido del
valor estético) y ya de ahí se derivan más cosas como el acto sexual, la manera de vestir y todo eso que me da pereza escribir sobre, pero supongo te daría el mismo discurso de lo que nos hace humanos, el amor y todo eso. Sigo creyendo en eso. Y no soy una persona mojigata (me parece que los subestimo y pienso que son retrógradas, pero no está demás señalar que mi post no es sobre la mojigatería, sino la intención de los actos y el arte). El 70% de los que me leen me conocen, y saben que por ahí no va el asunto, sino que es este ningunear o tergiversar las cosas lo que me da dolor de cabeza. Por mi, pueden ir desnudos a comprar cigarros (lo que quiero decir es: respeto la libertad del otro [aunque hay leyes que lo prohiben, compadre]).
Un beso, un simple beso, para cumplir un récord Guiness de México, no puede haber respeto ahí. No, en serio, realmente lo digo de todo corazón y también lo digo en toda mala vibra posible.
Y ya me cansé de quejarme. Pero repito, respeto a las personas que fueron, por cualquier razón, pero la intención de Tunick no es arte. No lo es, demonios. Y una multitud besándose, para récord, es, citando a Wittgenstein a la hora del té con sus amigos cada que se ponían a discutir sobre lenguaje, es
¡BASURA! Pero claro, es mi opinión (ah, la accesibilidad que nos da internet). Yo te hablo de la intención, pero alguien que sabe de lo que habla (sí, me refiero a usted, Monsieur Bob), escribió algo más inteligente
aquí.
Mis categorías de Jeopardy del mes de febrero:
- Ya no importa lo que replique la gente
- responsabilidades académicas cumplidas
- Tesis, graduación y cosas que te hacen adulto contemporáneo
- Helado de yoghurt con jarabe de vainilla
- Los detalles de la gente que casi no conoces
- Nostalgia no tan dolorosa
- Me cae bien la gente que se dé a respetar.
Jay-Jay Johanson - Jay-Jay Johanson again